Profesor Titular de Neurocirugía, Facultad de Medicina, UCV. Individuo de Número de la SVHM. Individuo de Número de la Academia Nacional de Medicina. Miembro Honorario de la Academia de Medicina del Estado Táchira. Correo abrahamkrivoy@cantv.net
Recibido junio 18, 2014
El domingo 11 de mayo de 2014, Día de las Madres; cerca de las 11 am. falleció en Caracas, la educadora Ruth Lerner de Almea, a los 87 años de edad. Nacida el 6 de octubre de 1926 en Noveselitz, Nueva Sulita, o Novoselytsia (variantes del nombre que significa Pueblo nuevo), en el distrito de Hotin, provincia de Besarabia, entre los ríos Prut y Dniéster, Rumania. Fueron sus padres Nohah Lerner y Mathilde Nagler de Lerner, de religión judía. El padre emigró a Venezuela, en 1928 y se instaló inicialmente en Valencia, estado Carabobo; donde comenzó su trabajo de cuotero o vendedor ambulante. Después de 2 años pudo traer a la esposa y su hija Ruth de 4 años de edad para entonces. Ulteriormente decidió trasladarse a Caracas, donde siempre estuvo ligado a la actividad religiosa, como cantor en la Sinagoga o jazán y también se ocupò de las lápidas y su contenido identificativo, en el cementerio judío.
Fueron sus padres Nohah Lerner y Mathilde Nagler de Lerner, de religión judía. El padre emigró en 1928 y se instaló inicialmente en Valencia, Estado Carabobo, donde comenzó su trabajo de “cuotero” o vendedor ambulante. Después de 2 años pudo traer a la esposa y su hija Ruth de 4 años de edad para entonces. Ulteriormente decidió trasladarse a Caracas. El padre siempre estuvo ligado a la actividad religiosa, como cantor en la Sinagoga o jazán y también que se ocupa de las lápidas y su contenido identificativo en los fallecidos en el Cementerio judío de Caracas.
Su hermana Elisa Lerner –Premio Nacional de Literatura- comentaba que Ruth iba a la plaza del Monolito de Valencia, a participar en actos cívicos, comunicaciones y poesías, como respuestas a las burlas que recibía de parte de sus compañeras de colegio, a propósito de la pronunciación del castellano. Tenía la impronta del idioma materno que era el Yiddish, idish o judeo alemán, propio de los judíos de la Europa centro-oriental, que nunca superó. Era un extraordinario esfuerzo que Ruth realizaba. Parangonando a Demóstenes -respetando las circunstancias y la época- quien deseando desarrollar su verbo ante la tartamudez, había descubierto que la persistencia y la tenacidad hacen milagros. Por ello hablaba a la orilla del mar para dominar el sonido de las olas. Le gritaba al sol, usaba piedras en la boca y recitaba versos, mientras corría. Estudiaba en una habitación subterránea que había construido él mismo para fortalecer su voz.
(Antes de comenzar la I Guerra Mundial se produjo una fuerte migración hacia Besarabia, principalmente de judíos comerciantes, provenientes de territorios vecinos (Ucrania, Rusia y Bucovina) y otros de Austria y Alemania. La zona se convirtió en “Novoselitz primitiva”, una ciudad comercial que llevó al nacimiento de shteitl. Antes de la II Guerra Mundial Novoselitz estaba conformada por 2 ciudadelas, una rusa, con mayor población y actividad económica y otra austríaca, con población y actividad económica más restringida, que se llamó Estraijnoveselitz o también Novoselitz Austríaca)
Tuve la oportunidad de conocer a la Dra Lerner personalmente y efectivamente su dicción estaba modificada por el idioma materno. Parecido a colegas procedentes de España, que teniendo más de 20 años en el país, su pronunciación castiza hacía suponer, para quien no los conocía, que solo ayer habían descendido del avión de Iberia. En su juventud fue colaboradora en la organización de agrupaciones juveniles judías de Caracas. Cursó la Primaria en la Escuela José Enrique Rodó. Recibió educación judaica adicional, con el profesor Jaim Itzk Wainberg. Pasó al Liceo Fermín Toro, que junto al Andrés Bello constituían las instituciones de mayor calificación en estudios de Secundaria en el país. Finalizó su bachillerato exitosamente, en 1942 y se inscribiò en el Instituto Pedagógico, creado durante el período presidencial de López Contreras.
Egresó del Instituto Pedagógico de Caracas en 1945 formando parte de la tercera promoción como Profesora de Biología y Química. Tuvo allí la extraordinaria oportunidad de recibir de la fuente primigenia las enseñanzas, entre otros de Humberto Parodi Alister, Augusto Pisuñer, Mariano Picón Salas, Eugenio Imaz, José Luis Sánchez Trincado, Juan David García Bacca, Pablo Vila, Pedro Grases, Humberto García Arocha, Edoardo Crema, Felipe Masiani y Olinto Camacho. Asimiló los valores trascendentes de honradez, responsabilidad, mística, probidad, capacidad de servicio desinteresado al prójimo. Antes de graduarse ya comenzó su prácticas de docencia en el Liceo de Aplicación de Caracas y simultáneamente, hasta 1952, en el Liceo Fermín Toro.
Entre 1949 y 1952 fue instructora de la cátedra de Bioquímica, en la Universidad Central. Contrajo nupcias con el educador venezolano José Ramón Almea, en 1947, a pesar de la oposición parental. Tuvieron dos hijas Eva Ester y Noemí. El doctor Ramón Josè Velásquez, intelectual y ex presidente de Venezuela dijo, a mediados de la década de los años cincuenta, que Ruth Lerner era una venezolana de un siglo. Quería significar que su amor por esta tierra la había convertido en hija de ella, la convertía en miembro luminoso de alguna entrañable genealogía.
El mismo Dr. Velásquez escribió ” Ruth Lerner de Almea es símbolo de lo que la inmigración ha hecho a favor de la modernización y el progreso de Venezuela (….) Ella ratifica el inmenso aporte que los judíos han hecho, en todos los órdenes, a la consolidación de Venezuela como nación de avanzada” La señora Lerner y su esposo no militaban en ningún partido político, pero entendiendo su compromiso con la realidad fue valiente colaboradora de la clandestinidad que luchó contra la dictadura de Marcos Pérez Jiménez, instalada después del derrocamiento de Rómulo Gallegos, en 1948. Llegó incluso a ocultar a Alberto López Gallegos, ex gobernador del Estado Aragua y a personas que no conocían, Alberto Carnevalli, Leonardo Ruiz Pineda entre otros. Este último permaneció dos años “enconchado”, con cambios frecuentes de ubicación. Fue asesinado en 1952 por esbirros del régimen militar, en una calle de San Agustín del Sur, en Caracas. El esposo de Ruth fue encarcelado y torturado junto con otros opositores al régimen. Fue exilado después de múltiples gestiones; se dirigió a México en Mayo de 1952, donde su esposa se le unió. Conocieron a Andrés Eloy Blanco y Rómulo Gallegos. Pasaron luego a El Salvador, donde colaboraron en la formación de profesores de educación secundaria, en la Escuela Superior de San Salvador, hasta 1955. En Honduras estuvo al frente de la Escuela Superior del Profesorado Francisco Morazán, en Tegucigalpa, realizando valiosas contribuciones a la educación en esos países.
Regresaron a Venezuela a la caída de la dictadura. Ductora de la educación en 1958, al frente a la Escuela Normal Gran Colombia. Entre 1959 y 1961 fue Directora Fundadora del Instituto Experimental de Formación Docente. En 1963 es designada Jefe de la División Técnica de la Dirección de Educación Secundaria, Superior y Especial, como inicio de su ascenso en el Ministerio. En 1965 marcha a París, a la UNESCO. Realiza Estudios de Posgrado de cuarto nivel, en el Instituto Internacional de Planeamiento de la Educación. Regresa en 1967 siempre ubicada en el campo educativo. En Marzo de 1974 es nombrada Viceministro de Educación, hasta Diciembre de 1975. Primer Presidente del Plan de Becas Gran Mariscal de Ayacucho, creado durante la primera presidencia de Carlos Andrés Pérez, entre 1976 y 1979. Otorgó quince mil becas en 32 países, cuyas valiosísimas consecuencias disfrutò Venezuela, por tan portentosa idea y su materialización.
Primera Embajadora de Venezuela y Directora de la División de Becas de la Unesco (1981-1983). Primera mujer Ministro de Educación (1984-1985) sucediendo al Ministro Felipe Montilla, justo reconocimiento del Presidente Jaime Lusinchi. Permaneció un año en el Ministerio y dejo en marcha la elaboración del Reglamento de la Ley Orgánica de Educación. Fue asesora del Rectorado de la Universidad Nacional Experimental Simón Rodríguez por tres años. En 1986 es designada presidenta del Consejo Nacional de Educación, organismo asesor del Ministerio de Educación, durante dos años. En 1989 representa a Venezuela en la UNESCO como Embajadora durante cinco años. Preside el Grupo de los 77, de la Unesco (1990-1992) Cumplió otros cargos y asesorías en el campo de la Educación nacional e internacional.
Entre los reconocimientos recibidos se mencionan:
Escribió 14 libros y múltiples publicaciones en la Revista Educación. Para los que han trajinado en el ámbito de los valores femeninos en nuestro país y particularmente, los inmigrantes y sus descendientes, en este caso particular, los provenientes de judíos; solo mencionaremos algunos destacados profesionales:
En las letras, las artes y el espectáculo resaltan, por el reconocimiento nacional a su obra:
La identificación profunda de Ruth Lerner de Almea con esta tierra de gracia, la podemos parangonar, guardando las distancias; con Golda Meir, Primer Ministro de Israel, primera mujer en Israel y tercera en el mundo en ocupar tan alto cargo.
La asignación de sede propia a la Sociedad Venezolana de Historia de la Medicina fue decisión del Consejo de Reforma de la UCV, en 1953. Siendo el Palacio de las Academias dependiente del Ministerio de Educación, la Ministro del Despacho Ruth Lerner de Almea, durante su gestión, ratificó la decisión, con las siguientes palabras:
“Si bien parece innecesaria tal autorización, debido a los antecedentes y razones que ustedes exponen, así como a la meritoria labor académica y cultural que cumple dicha sociedad; el Despacho a mi cargo se complace en concederles la autorización que solicitan… para contribuir a la estabilidad y progreso de esa prestigiosa corporación.”
En reconocimiento a esta invalorable decisión, esta Sociedad la designó en 1986, Miembro Honorario de nuestra sociedad.