Tuberculosis: su presencia en el mundo de las Bellas Artes

Rafael Arteaga Romero

Médico Pediatra. Miembro Correspondiente de la SVHM

La tuberculosis, enfermedad que prácticamente estaba erradicada en nuestro país gracias a las campañas iniciadas por los pioneros, doctores L. Razetti, A. Herrera Vegas y José I. Baldó entre otros, ha vuelto a tener presencia entre nosotros con nuevos casos, y hemos querido con este artículo despertar la atención de los lectores aludiendo al hecho que dicha enfermedad terminó con la vida de insignes personajes y figuras del mundo de las Bellas Artes, además de connotados hombres como lo fue nuestro propio Libertador y padre de la patria.

Siempre se asoció el binomio enfermedad-pobreza a esta entidad clínica, pero el Micobacterium tuberculosis ha estado asociado a la humanidad, prácticamente desde sus orígenes, llegando a pensarse que su presencia es anterior al homo sapiens (1) Celebridades de la poesía como Lord Byron, Becquer y Shelley; músicos del talento de Frederic Chopin, Paganini o Weber; pintores de la talla de Modigliani, y científicos como Laennec y Bichat, también fueron víctimas de este mal. También en el mundo de la dramaturgia y la literatura encontramos al escritor y médico ruso Anton Chejov fallecido a los 44 años en 1908 por igual causa.

Los escritores románticos de entonces reflejaban las vivencias de la sociedad europea frente a lo que se dio en llamar “la peste blanca”, llegando al extremo de exaltar el hecho de hacer lucir a las heroínas de novelas y obras teatrales muy lánguidas y con una blancura de piel semitransparente (las empolvaban con sustancias harinosas) y en el medio artístico y social, la tuberculosis mas que una enfermedad pasó a ser una moda (2) Recordemos que la obra teatral “Escenas de la vida bohemia” (H. Murger, 1849) y “La Dama de las camelias” (A. Dumás h. 1852), son excelentes ejemplos a través de sus protagonistas imaginarias, Mimí y Margarita Gauthier; ambas mueren tuberculosas y la evolución de su enfermedad forma parte de la trama de las obras. Esta última servirá de inspiración a Giuseppe Verdi para su famosa ópera La Traviata, estrenada en Venecia en 1853 en el Teatro Fenice. En ella la soprano principal, en el papel de Violetta muere en el último acto de tuberculosis.

Pero también en nuestros connacionales del mundo de las letras y la pintura hubo varios ejemplos de portadores del mal : Teresa de la Parra (Ana Teresa Parra Sanojo) una de las escritoras mas emblemáticas de las letras venezolanas, ingresó en 1930 a un sanatorio anti tuberculoso en Suiza por varios años hasta l930 cuando fallece en Madrid. Sus restos reposan en el Panteón Nacional (3) Arturo Michelena, insigne pintor nacional (4) enfermó de TBC en París y regresa a Venezuela para morir el 29 de julio de 1898 apenas contando 35 años. Dejó inconclusa su obra “La Ultima Cena” donde algunos apóstoles quedan solo delineados como dibujo previo

Este ilustre valenciano nacido en Junio de 1863, pertenece a la llamada Escuela de Paris, donde a los 24 años de edad es laureado en el Gran Salón de Pintura de esa ciudad por su lienzo L’ Enfant Malade (El Niño Enfermo), pieza esta adquirida posteriormente en la ciudad de NuevaYork (5).-Como dato curioso queremos destacar que la misma fue subastada por Sotheby’s en el año 2004 por 1.350.000 US$, lo que constituyó un record para obras latinoamericanas. Miranda en La Carraca y La vara rota son otras de sus obras mas conocidas. Falleció por tuberculosis el 29 de Julio de 1898, a los 35 años .

Contrario a la vida comedida que llevó Michelena, la del gran pintor italiano Amadeo Modigliani estuvo signada por el alcohol, promiscuidad femenina, pobreza y enfermedad. Fue considerado uno de los más grandes pintores europeos de todos los tiempos sin mencionar que también brilló como escultor. Nacido en Livorno, Italia, perteneció a la Escuela de Paris, ciudad adonde se había mudado por ser la misma para la época centro de la vanguardia artística. Allí como consecuencia de una vida disipada y de penurias muere de la misma enfermedad que hizo presa en otros grandes de las Bellas Artes: tuberculosis (6) Frederick (Federico) Chopin o Chopán como se le pronuncia perteneció a los grandes de la música y en sus antecedentes clínicos no aparece la bohemia ni el alcoholismo pero si un factor que muchos consideraron predisponente a su enfermedad. En 1837 este genio del piano conoce a la novelista Aurore Dudevant por cuyo pseudónimo, George Sand, fue mejor conocida. Ambos mantuvieron una apasionada relación, la cual, al terminar, significó una influencia devastadora en el músico. Descorazonado por la pérdida de su amada, Chopin continuó componiendo y a la vez su fortaleza física disminuyendo y pronto fue atacado por la tuberculosis. Son conocidos en la literatura médica, múltiples factores predisponentes de orden psicológico (7) en esta enfermedad, siendo la fijación en un amor imposible uno de ellos, unido este quizás a trastornos depresivos y de déficit inmunológico.

Este insigne pianista muere el mes de Octubre de 1849 a los 39 años, dejándonos el legado de sus hermosos nocturnos, sus preludios y sus patrióticas polonesas. La música de este músico es inconfundible. Aún cuando muchos musicólogos e historiadores coinciden en señalar la enfermedad que causó la muerte precoz del famoso músico polaco como tuberculosis, hay publicaciones como la revista “Chest”, que en Enero de 1998, en un artículo firmado por los doctores Kubba y Young (8) ponen en duda tal diagnóstico. Sin embargo el famoso médico francés Jean Cruvelhier practicó su autopsia y en su certificado de defunción señala: tuberculosis de los pulmones y de la laringe.

Ante estos numerosos ejemplos que hemos expuesto aquí sobre el padecimiento de la enfermedad tuberculosa por personas que tenían como signo común formar parte del culto a las letras y las bellas artes, nos preguntamos cuales serían los factores predisponentes comunes a todos ellos. Salvando la distancia de los años y mezclando un poco nuestra formación médica con algo de imaginación, nos atreveríamos a invocar el tipo o forma de vida que llevaban estos artistas (con excepciones), ya que ellos siempre pusieron por delante y con mucho ardor, el tiempo dedicado a sus respectivas artes, descuidando su propia salud enana época en la cual la medicina preventiva era casi inexistente y que fue solo en 1882 cuando Roberto Koch demostró que la TBC era provocada por un bacilo ácido resistente. Además sabemos que el mencionado germen puede penetrar el organismo sin causar enfermedad importante, pero que al variar las condiciones inmunológicas, nutricionales y ambientales del huésped puede producir afecciones de tipo agudo y crónico de gravedad suficiente para que constituya causa de muerte. No hemos encontrado en nuestras revisiones bibliográficas como factores predisponentes, la raza y el sexo; tampoco existen pruebas de una tendencia hereditaria, pero muchos autores invocan la edad en que se contrae la infección como un factor importante de mortalidad. Podríamos deducir, dadas las tempranas edades en la que fallecieron la mayoría de estos artistas, que la infección pudo haberse contraído durante su niñéz, vivida en años en los cuales las necesidades nutricionales e higiénicas, no eran del todo satisfactorias, aunque no siempre fue así en otros pacientes.

La TBC fue sin discusión el mal del siglo XIX hasta mediado el XX, en el cual el bacilo de Koch debió ceder ante la aparición de los nuevos fármacos de uso hospitalario y luego ambulatorio. Sin embargo, a pesar de las aspiraciones de la Organización Mundial de la Salud de erradicar en los años actuales la “Peste Blanca”, ésta parece emerger de nuevo.

Bibliografía

  1. Bernal JD. La Ciencia en la Historia. Edit Nueva Imagen. México, 1985
  2. Cortejoso L. Tuberculosos Célebres. Edit Mateu. Madrid, 1958
  3. De Sola Irma. Teresa de la Parra, semblanza de una escritora, Edit. Arte, Caracas, 1982
  4. Millán Cándido. Educación Artística 2ª edic. Edit Eneva, Caracas, 1972
  5. Venciclopedia Venezuela Virtual: Personajes Ilustres Arturo Michelena
  6. Modigliani un pintor famoso. Wikipedia digital
  7. Betty Gama.Factores Psicológicos en la tuberculosis. Sigma.com. 1972
  8. Kubba AK, Young M. The long suffering of Frederick Chopin. Chest: 113