La Muerte como tema en la pintura venezolana Porvenir Roto, de Carlos Rivero Sanavria

Aderito De Sousa F.1; Carlos Maldonado-Bourgoin 2

Recibido Octubre 8, 2015

¡Qué solos quedan los muertos!

RESUMEN

El presente trabajo glosa y documenta la obra "Avenir brisé" (.Porvenir roto) de Carlos Rivero Sanavria. Trata de su significado desde el punto de vista de la medicina. Carlos Rivero Sanavria (Caracas, 1864- Caracas, 1915). Pintor realista venezolano. Es considerado uno de los grandes maestros de la pintura venezolana de finales del siglo XIX y principios del siglo XX. (Juan Calzadilla). Ramón de la Plaza lo cita en el Primer libro venezolano de literatura, ciencias y bellas artes, DE 1895, incluye retrato del artista y lo llama "retratista aventajado". En 1889, él participa en la Exposición Universal de París, en el Palacio de las Industrias, con la obra "Avenir brisé" (.Porvenir roto), obra elogiada por la crítica. A su regreso a Venezuela en 1892, el artista realiza obras por encargo como retratos y obras de corte épico histórico que figuran en muchas colecciones públicas. Carlos Rivero Sanavria sufrió de lenta y penosa enfermedad que lo va reduciendo y obliga a pintar bodegones, naturalezas muertas y flores de radiante alegría en formatos pequeños diversos. Murió en Caracas, el 25 de octubre de 1915, a los 52 años de edad. (I) (19) Está representado en colecciones privadas.

Palabras clave: Carlos Rivero Sanavria, Pintura realista. Porvenir roto. Muerte en la pintura.

ABSTRACT

This gloss work and documenting the work "Avenir brisé" (Broken future) Sanavria Carlos Rivero. Is its meaning from the point of view of medicine. Carlos Rivero Sanavria (Caracas, Caracas 1864, 1915). Venezuelan realist painter. It is considered one of the great masters of the Venezuelan painting of the late nineteenth and early twentieth century. (Juan Calzadilla). Ramón de la Plaza said of him quoted in the First Book of Venezuelan literature, science and fine arts, 1895, includes portrait artist calis " remar kable portrait". In 1889, he participates in the Universal Exhibition in París, in the Palais des Industries, with the work "Avenir brisé" (Broken future), critically acclaimed work. Upon his return to Venezuela in 1892, the artist made commissioned works as portraits and works of epic historical court contained in many public collections. Carlos Rivero Sanavria suffered from slow and painful disease that narrows and requires painting still lifes, still lifes and flowers radiating joy in various small formats. He died in Caracas on October 25, 1915, at 52 years oíd. [1] [19] He is represented in private collections.

Key words: Carlos Rivero Sanavria, Realist painting, Future broken, Dead at picture.


  1. Médico Otorrinolaringólogo. Director de la Unidad de Otorrinolaringoendoscopia del Instituto Médico La Floresta. Caracas. Correo aderitodesousa@gmail.com.
  2. Escritor, Docente, Crítico de arte. Asociación Internacional de Críticos de Arte. Cap. Venezuela

INTRODUCCION

La Medicina y el Arte, como tema de reflexión, ha motivado en el mundo abundante literatura. En la lengua española están las contribuciones de Gregorio Marañon, Juan Antonio Vallejo-Nájera, José María Bausá Arroyo, Francisco Plaza Rivas, Francisco Doña y la periodista científica Mayte Suárez Santos, un ejemplo dentro del extenso y rico repertorio. Temas de reflexión son el de la Enfermedad y el de la Muerte, expresados en el arte con distintos enfoques desde las épocas más remotas. Son citados también en la Pintura Venezolana con cierta recurrencia, tanto en la pintura decimonónica como en la pintura figurativa contemporánea. Titulamos nuestro trabajo La Muerte en la Pintura: Carlos Rivero Sanavria, resumiendo un título mucho más amplio como La Muerte en la pintura venezolana de finales del siglo XIX: Carlos Rivero Sanavria, el pintor del "Avenir brisé " (Porvenir roto)

El arte expresa en su lectura sensible y universal las grandes preocupaciones del hombre. Una de ellas es tener conciencia de la Muerte. Decía Cervantes en Persiles y Segismundo. "La figura de la muerte, en cualquier traje que venga, es espantosa". El arte, de un modo intenso, profundo y doloroso, refleja que a todos los seres humanos llega el sufrimiento, la enfermedad y la muerte. Pero sin vida no hay sufrimiento, no hay enfermedad y no hay muerte. Son parte y comparten el oficio propio del vivir. Dentro del enfoque dualista, el sufrimiento, la enfermedad y la muerte pudieran definirse de manera contrapuesta a la felicidad, la salud y a la vida. La vida es como una realidad de la que se tiene experiencia inmediata aquí y ahora, la muerte como el fin y negación de la vida, de la que no existe ninguna experiencia que no sean las de atravesar el llamado "túnel blanco", muy divulgadas en los últimos tiempos. (2) La muerte está unida a la vida y a toda la temática que la envuelve. Es uno de los grandes temas universales del arte.

Pintores venezolanos, de finales del siglo XIX, plasmaron en sus cuadros escenas muy humanas de enfermedad (social, fisiológica y mental), sufrimiento y muerte; temas de la literatura, la música y las artes escénicas, influenciados por la sensibilidad de la época. Eran las corrientes, los estilos artísticos y las enseñanzas de maestros de las academias europeas. Algunos títulos de estas obras conmueven: "El mendigo", "La orfandad", "La miseria", "Primera y última Comunión" de Cristóbal Rojas; "La caridad", "El niño enfermo" de Arturo Michelena; y la citada obra "Avenir brisé" (Porvenir roto) de Carlos Rivero Sanavria, entre otros.

Avenir brisé (Porvenir roto. Fig 1)) de Carlos Rivero Sanavria es una escena realista, basada en la observación de lo cotidiano. El tema lúgubre de la muerte obliga al espectador a sumirse en el dolor y patetismo de una escena cargada de pesares. El artista hace uso de colores obscuros: negro, ocres, tierras, marrones, manipula el claroscuro para reflejar la idea de muerte y todas las demás sensaciones, sentimientos y expresiones que la acompañan. Van desde la tristeza, pasando por el miedo, la tragedia, la paz, la comprensión hasta llegar a la aceptación, la veneración y la divinización. La dureza del cuadro está centrada en la íngrima soledad de un difunto. Tanto es así que el autor escribe al dorso: ¡Qué solos quedan los muertos!, que aparece en el epígrafe del presente trabajo (Fig 2) Manda en la composición la horizontalidad de lecho mortuorio acentuada con la blancura de la sabana, de espaldas una persona está sumida en el más profundo dolor. (3)

El Porvenir roto (Avenir brisé). Técnica Óleo sobre tela; Medidas 98 x 78. Fecha 1889
Fig 1. El Porvenir roto (Avenir brisé)
Técnica Óleo sobre tela; Medidas 98 x 78. Fecha 1889

Cristóbal Rojas y Arturo Michelena también pintaron la Muerte, quizás como un presagio de su propio destino, morirían tempranamente de tuberculosis, una enfermedad que rondaba por el mundo, era muy común e incurable para la época. Después del Romanticismo (1789-1829) vino el Realismo (1840-1880) como una respuesta del hombre a las calamidades de la gente anónima y sencilla explotada en la era pre- industrial e Industrial. Lo social se convierte en uno de los temas más tocados en las pinturas europea e iberoamericana. El cuadro "Sin pan y sin trabajo " de Ernesto de la Cárcova, obra maestra de la pintura argentina, refleja la situación de los obreros en 1890, y es una de las más populares y reproducidas. Estos temas realistas, a diferencia de otras escenas sociales menos dolorosas, requerían de un particular talento y destreza, dominio de la escena, de las figuras, del claro oscuro y de la composición para el logro del efecto dramático que persiguen.

¡Qué solos quedan los muertos¡ escrito por Rivero Sanavria, en la parte posterior de su pintura
Fig 2. ¡Qué solos quedan los muertos¡
escrito por Rivero Sanavria, en la parte posterior de su pintura

Carlos Rivero Sanavria, junto a Arturo Michelena, Cristóbal Rojas, Emilio Maury, Antonio Herrera Toro, Antonio Esteban Frías y alguno más, son de la llamada Generación del Centenario, que participaron en la exposición conmemorativa del Centenario del Nacimiento de Bolívar, en 1883. Son iniciadores del arte republicano y junto a antecesores como Juan Lovera y don Martin Tovar y Tovar, son los maestros de la pintura nacional, en la corriente llamada del Realismo académico (4) Sus obras son importante referencia.

Recuento Biográfico

Carlos Rivero Sanavria (Caracas, 1864- 1915) inicia estudios en Instituto Nacional de Bellas Artes de la capital, en 1877. Nueve meses después se destaca en la exposición de alumnos del instituto (La Opinión Nacional), coincide allí estudiando Rivero Sanavria con Cristóbal Rojas. (5) En 1883, participa en la Exposición Nacional de Venezuela, (Palacio de la Exposición, Caracas), llamada también Exposición del Centenario de Simón Bolívar el Libertador, expone creyones que con un retrato de Antonio Leocadio Guzmán, padre del Ilustre Americano el hombre poderoso de Venezuela, llamaron la atención del militar y crítico de arte Ramón de la Plaza, sus obras fueron premiadas (1, 5) Obtuvo beca y viaja a Dresden (Alemania), estudia en la Academia de Bellas Artes de esta ciudad, recibe clases del maestro Ernst Erwin Oehme. "En 1887, el gobierno de Antonio Guzmán Blanco le otorga pensión de 400 bolívares para continuar sus estudios en Europa, tal y como quedó reseñado el 6 de agosto de 1887 en El Granuja. En Alemania asistió a la Escuela Superior de Bellas Artes de Dresden (conocida como Academia de Bellas Artes), fundada en el año 1764 y considerada una de las Escuelas Superiores más antiguas y renombradas de Europa. Allí recibió clases del pintor Erwin Oehme (1831-1907)" [6]

Rivero intervino activamente como asistente en la elaboración de la obra que el gobierno venezolano comisionó a Oehme, sobre un acontecimiento histórico que ocurrió en 1819 en Guayana registrado como: "La Reunión del Caño 70" (Fig 3) La obra fue pintada entre 1887-89 y erróneamente se la ha titulado "El Congreso de Guayana de 1819" o el "Congreso de Angostura". Sin embargo en los archivos biográficos del pintor Ernst Erwin Oehme, dicha obra quedó con el nombre de: "Declaration of Venezuela's Independence by Bolívar". Se encuentra en el muro este del Salón Elíptico del Palacio Federal y existe un bosquejo de Rivero Sanavria: Caño 70 (Colección Fundación Boulton) Según el historiador Manuel Alfredo Rodríguez, el venezolano llevó consigo ese boceto para que el maestro alemán realizara el trabajo. (7) Prosigue su formación con el maestro Jean Paúl Laurens en la Academia Julián, en París. Importantes detalles da el investigador Cornelis Goslinga respecto al nutrido grupo de artistas que dan clases o estudian en dicha institución:

“Academia Julián (privada), fundada por el pintor Rodolphe Julián, abierta en 1868 en el Passage des Panoramas, Rivero Sanavria estaba junto a sus condiscípulos venezolanos Arturo Michelena y Cristóbal Rojas y los franceses Henri Matisse y André Derain, entre otros. Tenían como profesores a Jean-Paul Laurens, William- Adolphe Bouguereau, Henri Royer, Edgar Chahine, Gabriel-Joseph-Marie-Augustin Ferrier, Tony Robert-Fleury y Jules Lefebvre, entre otros. Rivero Sanavria, junto a Arturo Michelena y Cristóbal Rojas y bajo la orientación académica de Jean Paul Laurens, dedicaron especial atención al estudio minucioso de la figura humana. La influencia académica ejercida por Laurens tanto en Rivero Sanavria como en sus condiscípulos venezolanos, despertó el interés por las escenas de realismo social.

Durante un tiempo trabajará con Michelena en el bulevar Raspail y realizará paisajes con Cristóbal Rojas en Villeneuve-Saint-Georges, en los alrededores de París” [8]

Reunión del Caño 70, 1887-89. Autor: Ernst Erwin Oehme, con participación de Rivero Sanavria. Representa el Congreso de Angostura (Febrero 1819)
Fig 3. Reunión del Caño 70, 1887-89. Autor: Ernst Erwin Oehme, con participación de Rivero Sanavria. Representa el Congreso de Angostura (Febrero 1819)

En 1889, Rivero Sanavria participa en la Exposición Universal de París, en el Palacio de las Industrias, con la obra 'Avenir brisé " {Porvenir roto), obra elogiada por la crítica (Fig 4 y 5)

Cartel de la Exposición Universal Internacional de París, 1889
Fig 4. Cartel de la Exposición Universal Internacional de París, 1889
Registro de obras de Arturo Michelena, Le jeume mere (La joven madre) y La grelé-Reims (El granizo de Reims) y de Cristóbal Rojas Apré le bapíéme (El bautizo) y Dante et Beatrix aux bords du Lethé (Dante y Beatriz a orilla del Leteo, Catálogo de la exposición de París
Fig 5. Registro de obras de Arturo Michelena, Le jeume mere (La joven madre) y La grelé-Reims (El granizo de Reims) y de Cristóbal Rojas Apré le bapíéme (El bautizo) y Dante et Beatrix aux bords du Lethé (Dante y Beatriz a orilla del Leteo, Catálogo de la exposición de París

Fue aceptado al año siguiente en el Salón de Artistas Franceses. Por suspensión de las becas decidida por el gobierno, regresa a Caracas en 1892. A su retorno pinta numerosos encargos del gobierno como retratos y obras de corte épico histórico para colecciones oficiales. En 1894 hace el retrato del canónigo José Cortés de Madariaga, encargado por el Concejo Municipal de Caracas y comienza a publicar sus obras en la revista El Cojo Ilustrado. Participa en la exposición en homenaje al centenario de Antonio José de Sucre, en 1895. El 15 de Abril de ese mismo año la misma revista resaltó la obra Estudio (Cabeza de anciano), presentada y elogiada en dicho salón. [Fig 6] La misma obra fue elogiada por el diario El Tiempo, el 21 de febrero de 1895, cuando dice: "el asunto está tratado de mano maestra, el dibujo es correcto y el color parece de la paleta de Michelena". Ese mes, Rivero Sanavria ofrece a la Municipalidad de Cumaná un retrato del Gran Mariscal de Ayacucho, hecho resaltado también por la prensa. (El Tiempo, 8 de febrero de 1895)

El artista se anuncia como profesor de dibujo y pintura en su estudio de Ibarras a Maturín, N° 30, o en clases a domicilio. (El Tiempo, 2 de agosto de 1895) Al año siguiente, Rivero Sanavria figura en la exposición Apoteosis de Miranda con dos retratos al creyón y Retrato de niñitas. Martín Zuloaga y Tovar, sobrino del primer gran pintor Tovar y Tovar, apunta: "No faltan condiciones de luz y de color; pero al mismo tiempo se resiente de alguna dureza en la ejecución" (El Tiempo, 6 de julio de 1896) En diciembre de ese año, el pintor publica Proclamas de matrimonio con Lucía C. Sanavria. (6, 8,10)

Se elogia otra una de sus obras, titulada Cabeza de Estudio, dice: "esta cabeza de estudio acusa las excelentes condiciones de un artista habituado a combinar con éxito la maravillosa gama de los colores y el difícil y bellísimo contraste de las sombras y de la luz". (El Cojo Ilustrado, 15 de Septiembre de 1904) [Fig 6]

Dos Estudios (cabeza de anciano) El Cojo Ilustrado, Abril 1895
Fig 6. Dos Estudios (cabeza de anciano) El Cojo Ilustrado, Abril 1895

A su vez, Rivero Sanavria realiza los retratos de Miguel José Sanz, Diego Bautista Urbaneja [11] y el de Pedro Gual. [12] En 1903 hace su Autorretrato (Fig 7), de brillante ejecución académica y gran percepción psicológica (Colección Urbaneja) Aunque no formó parte de los miembros fundadores del Círculo de Bellas Artes en 1912, Rivero Sanavria por solidaridad con el grupo participó en la exposición preliminar, con el retrato de Andrés Bello y unas flores, la histórica exposición fue inaugurada en enero de 1913. [9] En efecto, en reseña se informa que el artista trabajaba los retratos de Sucre, Bello y Gual; el artículo estaba ilustrado con hortensias y flores. (Rafael Benavide Ponce: "Una visita al pintor Rivero Sanavria", El Cojo Ilustrado el 1 de febrero de 1913) Ese mismo año concluyó la restauración del retrato de Andrés Bello atribuido a Monvoisin (1850), traído por Francisco Michelena y Cristóbal Rojas (12, 13)

Bien dice Enrique Planchart: "A la generación de Rojas y Michelena, junto a quienes ilustraron sus nombres Antonio Herrera Toro, Carlos Rivero Sanavria y Emilio Maury, sucedió otra que comenzó a preocuparse de modo más decidido por avanzar en el conocimiento de las modalidades propias de nuestra luz, nuestro paisaje y nuestros tipos". [13] Según Germán Fleitas Núñez, Cronista de La Victoria (Edo. Aragua), en el año de 1913 estaba el general Juan Vicente Gómez posando para un retrato que pintaba Rivero Sanavria, cuando le fue recordado por uno de sus inmediatos colaboradores el doctor Enrique Urdaneta Maya: "General, el año que viene se cumplen cien años de la batalla de La Victoria y hay que hacerle un regalo a la ciudad".

Autorretrato, Carlos Rivero Sanavria, 1903
Fig 7. Autorretrato, Carlos Rivero Sanavria, 1903

El presidente -después de pensarlo brevemente- se dirigió al pintor y le dijo: "Rivero, pínteme un retrato del general Ribas". Así se hizo. Los cuadros estuvieron a tiempo y entre los actos programados para celebrar el centenario, estuvo la entrega a la municipalidad de La Victoria del hermoso retrato. En algún momento que no hemos logrado establecer, el cuadro pasó a la recién creada Escuela Federal de Niñas Cecilio Acosta, en cuya dirección se encuentra desde entonces. El retrato del general Gómez pasó a su hijo Juan Vicente Gómez Núñez, de éste a su nieto Juan Vicente Gómez García y luego a su bisnieto Juan Vicente Gómez Mayorca, actual propietario (12)

De Carlos Rivero Sanavria El Cojo Ilustrado del 1 de febrero de 1914 reprodujo su obra "Anzoátegui en Boyacá", obra bélica de gran complejidad; el 1 de abril, una Cabeza de estudio, y el 15 de mayo, su retrato de Francisco Salías. Ese mismo año, el Gobierno acordó un monto de 12.000 bolívares por los retratos de Pedro María Freites, Santos Michelena y Cristóbal Rojas para las escuelas graduadas homónimas (Gaceta Oficial, 29 de enero de 1914) Ese mismo año el pintor hizo el retrato de Manuel María Urbaneja y un año después el retrato de Aníbal Dominici. Ambas obras se exhiben en el paraninfo del Palacio de las Academias. [14- 16]

El maestro Rivero Sanavria sufrió de lenta y penosa enfermedad que lo paraliza progresivamente, limitándole en movimientos al uso exclusivo de brazos y manos. Leoncio Martínez describió al pintor: "sin más movimiento muscular que los brazos y el cuello, pintando con los sostenes de un caballete especialmente construido, a espaldas del modelo, que veía con ayuda de un espejo" (El Nuevo Diario, el 27 de julio de 1915) [15]

Por esta razón, ya al final sólo pinta bodegones, naturalezas muertas y flores de radiante alegría en formatos pequeños diversos. Era asistido hasta su lugar de trabajo y sus últimas obras las hacía con el pincel en la boca. Consiguió, no obstante su invalidez; equipararse a los más hábiles y fecundos artistas venezolanos de su tiempo. A pesar de su profunda amargura, nunca renunció a su oficio que es pintar. En su sillón de paralítico, valiéndose de complicadas e ingeniosas estratagemas, que ponían a prueba su voluntad heroica, siguió pintando, plasmando en el lienzo aquellas maravillosas visiones de vida que le revoloteaban en el espíritu, sin que en la tela aparecieran los rasgos violentos del sarcasmo, la tristeza, ni la cólera (18) Sus retratos fueron magníficos por su realismo, Rivero Sanavria es considerado uno de los grandes maestros de la pintura venezolana de finales del siglo XIX y principios del siglo XX. Murió en Caracas, el 25 de octubre de 1915, a los 52 años de edad [16-18] Está representado en colecciones privadas.

Bibliohemerografia

  1. Diccionario Biográfico de Artes Visuales en Venezuela. Fund Galería Arte Nacional, Caracas, 2005
  2. BUERO A: Pequeño ensayo sobre la muerte. Rev Arg Cardiol. 2008; 76 (5): 388 - 91
  3. La République du Vénézuéla á l'Exposition Universelle de 1889 á Paris. París: Imprimerie V. Fillion et Cié, 1889
  4. CALZADILLA Juan: La Independencia en procesos de formación del arte venezolano durante el siglo XIX. Zona Tórrida, Univ de Carabobo 2009; (42): 77 - 92 http://servicio.bc.uc.edu.ve/multidisciplinarias/zonatorrida/num42/art9.pdf
  5. DE LA PLAZA Ramón. Ensayos sobre arte en Venezuela. Caracas: Imp. Opinión Nacional, 1883
  6. NUCETE-SARDI José. Notas sobre pintura y escultura en Venezuela. Caracas: Edic González y González, 1957 (3ª edic)
  7. RODRÍGUEZ Manuel Alfredo. El Capitolio de Caracas. Un siglo de historia de Venezuela. Caracas: Congreso de la República: 311. 1974.
  8. Goslinga Cornelis Ch. Venezuelan painting in the nineteenth century. Assen: Van Gorcum & Comp. 1967
  9. PLANCHART Enrique: La Pintura en Venezuela. Caracas, 1956.
  10. BOULTON Alfredo. Historia de la pintura en Venezuela. 2ª Edic. Caracas: Edit Armitano, 1975
  11. PINEDA Rafael. Catálogo de las obras de arte del Ministerio de Relaciones Exteriores. Caracas: Impresos Moranduzzo, 1977.
  12. SEMPRÚM Jesús. Visiones de Caracas y otros temas. Caracas: CVF. 1969: 114.
  13. PLANCHART Enrique. La pintura en Venezuela. Buenos Aires: Imp López, 1956 (2ª edic) Caracas: Edit Equinoccio, 1979)
  14. PICÓN SALAS Mariano. Las formas y las visiones. Caracas: GAN, 1985.
  15. CALZADILLA Juan. Arte en Venezuela. Caracas: Edic. Círculo Musical: 232. 1967.
  16. CALZADILLA Juan. Pintura venezolana de los siglos XIX y XX. Caracas: Litografia Tecnocolor, 1975
  17. PALENZUELA Juan Carlos (Compilador) Leoncio Martínez, crítico de arte 1912- 1918. Caracas: Academia Nacional de la Historia, 1983.
  18. Archivo Cementerio General del Sur, Caracas, Inhumaciones, XIX.