Me complace hondamente, como Director de la Revista de la Sociedad Venezolana de Historia de la Medicina, la publicación en formato digital del Volumen de nuestro órgano de divulgación en su edición de 1953. Se trata sin duda alguna, de un enorme y exitoso esfuerzo de quienes tuvieron entre sus manos las responsabilidades como Directivos de la institución. Quiero rendir homenaje especial a los Drs. Salvador Córdoba (1883-1967), Presidente aquel año, Alejandro Príncipe (1908-1979) Director de la Revista y Ricardo Archila (1909-1984); a quien considero artífice fundamental de la misma durante dos décadas.
Signo notable de criterio editorial es que la revista publicó 3 números aquel año, un hito que solo se repetirá en los años 1957 y 1959. Pues bien, el volumen mantuvo continuidad en su paginación e incluyó al final un Indice global. Pero hubo además otra realización interesante. El número 2, es un merecido homenaje al Doctor Plácido Daniel Rodríguez Rivero (1876-1939) Se inicia con un denso análisis de su obra, realizado por el Dr. Archila, en el cual destaca su actuación como médico y cirujano, la abundante bibliográfia publicada y sus méritos como Rector de la Universidad Central (1928-1935) e Individuo de Número de las Academias Nacional de Medicina y Nacional de la Historia. Sus investigaciones e infatigable recopilación en bibliotecas y archivos de diversa índole, lo acreditan como fundador de los estudios de Historia de la Medicina en Venezuela. Llamó poderosamente mi atención la publicación íntegra del libro Eponimias Anatómicas, enjudioso estudio del Dr. Rodríguez Rivero, que abarca un total de 360 páginas de la revista. A juicio del Dr. Rafael Romero Reverón, profesor de la Cátedra de Anatomía humana en la Escuela de Medicina José María Vargas; la Eponimia sigue siendo importante obra de consulta. Aún así no la incluímos en esta versión digitalizada, por requerir un prolijo trabajo de transcripción y de revisión.
Sea oportuno hacer mención del significativo aporte de la señora Iraida Araujo, diligente Secretaria de nuestra corporación; quien asumió con entusiasmo la digitalización de los dos primeros volúmenes de la Revista de la SVHM, el de 1945 –ejercicio de bisoños editores, con 94 páginas de contenido y este de 1953, en tres números y esmerados detalles de edición. Evidencia incontrastable del talento de sus editores. La Revista ha contribuido definitivamente al logro de nuestros objetivos como institución académica. Significará siempre un reto, pero también un lauro para el quehacer de divulgación histórica, cumplido durante más de siete décadas.
Caracas, agosto 2016
Dr. Luis Herrera García