Semblanza científica del profesor Karl Kleist (*)

Por el Dr. M. L. Sánchez Martín

El Profesor Karl Kleist, una de las figuras más relevantes en la historia de la Neuropsiquiatría alemana- vale decir, en la internacional -, tuvo anteayer, justamente, su 75º cumpleaños. Con este motivo, la “Sociedad Pro-Salud Mental”, de Caracas se honra y le rinde homenaje al hacerle su Miembro de honor. En contacto con nuestro amigo el Profesor Karl Leonhard, su más antiguo y constante colaborador, hemos tenido la suerte de recibir un retrato del sabio para nuestra Sociedad.

Kleist nació el 31-1-1879 en Muelhausen (Mulhouse, de los franceses), en la Alsacia, donde transcurrió su juventud. Hizo sus estudios médicos en la Universidad de Strasburgo, Heidelberg, Berlín y Múnich. Fue asistente en la Clínica Neurológica universitaria de Halle, bajo la dirección de Ziehen, Wernicke y Anton, de 1903 a 1908. Aunque su actividad al lado de Wernicke fue corta, pues este sabio, procedente de la cátedra de Breslau, apenas llevado un año en la de Halle fue victima de accidente mortal, cuando estaba lleno de vida y su existencia era feliz, a los 57 años de edad (1905), él, cima gigante que se levantaba entonces frente a la de su contemporáneo Kraepelin, puede considerarse como su único maestro – tal reconoce el propio Kleist-; pues ambas personalidades siguieron una orientación parecida de intereses y de investigación. De 1908 a 1909 trabaja con Edinger en el Instituto Neurológico de Frankfurt y con Alzheimer en su laboratorio de Múnich. Es “Oberarzt” con Specht en 1909 en Erlangen, donde encuentra un vasto campo para la investigación clínica. Se habilitó con su trabajo sobre trastornos motrices psicomotores en enfermos mentales”, con el que, puede decirse, plantó el pilar angular de sus investigaciones: los trastornos psicomotores, que fueron ordenados ya con gran visión y en su esencia aclarados, fueron para Kleist, desde entonces, objeto de su predilección. Durante los años 1914 a 1916, como medico militar, trabaja en un lazareto de la guerra, donde tuvo la posibilidad de investigar las lesiones cerebrales con sus manifestaciones consecutivas, lo que fue, más tarde, de consecuencias sumamente fructíferas, y donde lleva a cabo una idea acariciada, la de combinar la actividad neurológica con la neuroquirúrgica, realizando entonces, bajo la dirección de su colega de Universidad mas tarde, Schmieden, o por su propia cuenta, intervenciones quirúrgicas cerebrales. En q9q6 obtiene la cátedra de Rostock. Fue llamado a la Universidad de Frankfurt del Main en 1920. Declinó el “ordinariato” de Leipzing en 1923. En Frankfurt, la vieja clínica universitaria para enfermos mentales y nerviosos, que al fundarse la Universidad había sido creada en 1914 sobre el antiguo “Asilo para enfermos mentales y epilépticos” que edificó en 1864 el Doctor Heinrich Hoffmann, mundialmente conocido por sus libros para niños, especialmente por el “Struwwelpeter” (Pedro, el desgreñado), fue ampliada por Kleist, quen en colaboración con el arquitecto Dir. Dr. M. Elsaesser, erigió en 1930 la moderna clínica en el distrito universitario (1), que sirvió de modelo en Alemania (2) hasta su parcial destrucción a causa de los bombardeos de la guerra en 1914 y a cuyo, frente estuvo hasta su jubilación en 1950, en que ocupa la catedra el Prof. Dr. J. Zutt, procedente de la Universidad de Wuerzburg.

La obra investigadora de Kleis pertenece a dos damas, que siempre guardaron entre si unidad: la patología cerebral, de u lado, y la clínica psiquiátrica, del otro. Nunca se trató, para él, de dos campos distintos, sino de uno solo, en el que siempre buscó su patología cerebral. De los síntomas orgánicos, mas ordinarios, dedujo los endógenos, mas finos, de raigambre semejante. Kleist, como Griessinger, Westphal, Morel, Wernicke, Kraepelin, Nissl, Monakow, Economo, Claude, Bonhoeffer y otros ilustres maestros, siempre vió en la alteración de la subtancia nerviosa la causa de los trastornos psicopatológicos y él espera no ha de tardar de encontrarse la base de las psicosis llamadas endógenas. Kleist representa el neokraepelinismo en la Psiquiatría moderna y parte del sistema anatomo-clinico de su maestro Wernicke, con sus concepciones focalistas, el cual decansa en las ideas de Griessinger.

En el campo de la clínica psiquiátrica es mucho lo que debemos a Kleist. Independientemente de la etiología, basándose preferentemente en la naturaleza de la desviación de lo normal, nos ha dado una clasificación propia de los cuadros patrológicos y nos señala los grupos homonomo (estados melancólicos), intermediario (estados hipercinéticos y acinéticos, deestupor y confusión) y heterónomo (formas reactivas exógenas, los síndromes orgánicos y los complejos sintomáticos debidos a un proceso esquizofrénico). A los conceptos de enfermedades exógenas y endógenas, de uso habitual, en que lo endógeno se refiere a lo producido en el mismo sistema nervioso, prefiere los términos, más lógicos, alógeno, somatogeno y neurógeno, según que la causa del trastorno psíquico asiente fuera del organismo, en el propio soma o en la substancia nerviosa. En el territorio del grupo esquizofrénico efectuó importantes límites y con sus colaboradores dio descripciones exactas. Separó las psicosis de motilidad y los estados de confusión, de las psicosis de excitación, que antes se incluían en las catatonias. Separó, con Driest, de los casos diagnosticados como catatónicos los que efectivamente pertenecían a una forma de enfermedad distinta, en la mayoría a una de sus psicosis de degeneración. Con Schwab, primero, y después con Leonhard, puso fin a la catamnesis de las catanonias y pudo limitar, mejor que antes, sus formas particulares. Desde su trabajo de habilitación en 1809, en que se ocupó de los trastornos psicomotores, se dedicó a los disturbios de la motilidad de las enfermedades mentales, y así pudo deslindar las psicosis de motilidad de la catatonía, recibiendo ésta, por vez primera, su sello propio. Empleó entonces la cinematografía para los estudios de los trastornos de la motilidad, por lo que fue Kleist, pues, uno de os primeros que introdujo el cine en la instrucción. De las esquizofrenias paranoides distinguió las psicosis extáticas de influencia,, la confabulación expansiva, la psicosis depresiva de autoreferimiento y la psicosis de significación con indecisión. Emprendió el estudio de las formas paranoides de la esquizofrenia y asiló, con Schwab, la fantosiofrenia¸ con Faust. La alucinosis progresiva y con Neele, las psicosis de significación progresivas. Las investigaciones de Meyer sobre la demencia paranoide terminaron el trabajo de las enfermedades paranoides. Realizó investigaciones especiales sobre al hebefrenia y sobre la forma confusa de la esquizofrenia. Con estas delimitaciones, aunque se requiere, ciertamente, investigar y observar muy exactamente para poder ver estas diferentes formas, se evita el hablar siempre de esquizofrenia. En las psicosis depresivas él conoce formas especiales como la depresión obsesiva y la depresión de despersonalización. Entre los grandes grupos señalados de la esquizofrenia y la psicosis maníaco-depresiva, describe un vasto grupo de afecciones mixtas: las Psicosis degenerativas, marginales o cicloides, que tanta importancia tienen en la escuela de Kleist. Este describe por vez primera la paranoia de involución. Pero la obra realizada por Kleist no pertenece únicamente al campo de las psicosis endógenas, en sus trabajos sobre las psicosis post-operatorias y sobre las psicosis sintomáticas, sobre todo en las psicosis por influencia, (1920), realizó hallazgos básicos nuevos. Creó el concepto de “labilidad sintomática”, que se ha mostrado productivo. Del círculo hereditario de la epilepsia, separó una forma propia de enfermedad: los estados crepusculares episódicos (1926). Aisló de las distintas formas de psicopatía, la psicopatía epileptoide. La investigación sobre la historia recibió, gracias a él, importante estimulo.

Profesor Dr. Karl Kleist
Profesor Dr. Karl Kleist

Esta obra ciclópea realizada en el campo de la Psiquiatría, que sería suficiente para llevar la vida de un gran investigador, es sólo una parte de la actividad inagotable de Kleist. En forma amplia se ha ocupado del campo de la patología cerebral, la otra rama de su dirección de investigación. Su obra fundamental, “GEHIRNPATHOLOGIE” (“Patología cerebral”), 1934, es famosa en la bibliografía mundial de la Neurología. Ella fue el fruto de sus trabajos realizados en la primera guerra mundial. Por su obra total. Kleist ha ganado la estimación en todo el mundo científico. Ha desarrollado muchas ideas nuevas y ha creado nuevos conceptos. La doctrina de la afasia recibió una nueva forma, la afasia constructiva. El concepto de falta del impulso frontal, que hoy se usa generalmente, se debe a él, y fue puesto en oposición a la equinesia de la base cerebral. Recordemos que el llamado “cerebro visceral” en 1949 por Mac Lean, del departamento de Neurología y Psiquiatría de la escuela de Harvard y del Hospital General de Massachusetts, el sistema órbito-ínsulo-témporo cingular de Foulton, catedrático de Fisiología en la Universidad de Yale, centro superior rector de la vida emocional, en contraposición al “neopallium”, encargado regir las actividades intelectuales.

Son las mismas formaciones arqui y paleoncefálica que Kleis, intuyendo genialmente su enorme significación de la neurofisiología de las elevadas funciones del cerebro y dándose cuenta el primero de su trascendencia en la estructura de la personalidad humana, considerándolas frontera o línea de soldadura entre mundo externo e interno, llamó en 1934, “Innere Gehirn” (“cerebro interno”). Quizás el merito mas grande de Kleist consiste en haber encontrado para las funciones psíquica superiores, en las que algunos creyeron deber rechazar representaciones anatómicas cerebrales, las bases en el cerebro. Su descubrimiento de la gran importancia del cerebro Fontal basal para el carácter del hombre (3), al que dio un significado propio como “cerebro orbitario”, tiene decisivo valor para el conocimiento de importantes cualidades de la personalidad superior. También lo que se sabia de la relación del tronco cerebral con las funciones psíquicas, sobre todo afectivas, del hombre, antes de Kleist, sobre todo siguiendo a Reichardt, tenia un orden muyincierto. En su patología cerebral Kleist deslindó mucho más exactamente cuales de los rasgos del carácter están relacionados con el cerebro orbitario y cuales, de otro lado, están en relación con zonas cerebrales mas profundas.

No vamos a mencionar aquí los numerosos trabajos de Kleist, para no abusar del auditorio. Kleist ha recibido muchos honores: En 1930, Honorary Membership of the Interstate Postgraduate Medical Association of North America; en 1932, Miembro Correspondiente de la “Sociedad de Psiquiatría y Neurología” de Viena; en 1936, condecoración con la Medalla Conmemorativa de Schaffer: en 1937, Miembro Correspondiente de la “Sociedad Húngara de Psiquiatría y Neurología” de Budapest; en 1939, Miembro de la “Academia Imperial Alemana de Ciencias Naturales” de Halle sobre el Saale (“Academia Leopoldina”); en 1950, Miembro Correspondiente de la “Academia de Ciencias” y Miembro Correspondiente de la “Sociedad Portuguesa de Neurología y Psiquiatría” de Lisboa; en 1950, Miembro Honorario de la “Sociedad Neuropsiquiatría de Frankfurt”; en 1952, condecoración con la medalla conmemorativa “Wilhelm Erb”.

Kleist recibió una invitación oficial para visitar España en el otoño de 1950. Dio allí conferencias en Barcelona, por indicación del Dr. J. Solé-Sagarra, y en Madrid, por gestiones que hizo el Prof. J. J. López Ibor a sugestión nuestra, a la sazón en Múnich.

Kleist, cuya cordial personalidad y fino espíritu tuvimos la ocasión repetidas veces de disfrutar durante nuestra permanencia en Alemania, se encuentra hoy, a los 75 años de edad, en la plenitud de su capacidad y conserva todavía el viejo espíritu investigador de los grandes maestros. Lleno de bondad y con un sentimiento permanente del deber, siempre marchó allá donde creyó encontrar un camino para ayudar al paciente. Continua trabajando, incansable, en su “Frankfurter Forschungstelle fuer Gehirnpathologue und Psychopathologie” (Instituto de Investigación de Patología Cerebral y Psicopatología de Frankfurt”) (5). Enviamos al venerable maestro, desde Venezuela, nuestros mejores votos para que pueda cumplir a satisfacción sus propósitos científicos en años venideros.

He dicho.