Para mí es honroso y gratificante el haber sido designada para hacer las consideraciones pertinentes al trabajo “Hitos de las especialidades Médicas en Venezuela a través de sus publicaciones en la Gaceta Médica de Caracas (1893–2003” (Análisis histórico y hemerográfico) presentado por el Dr. Luis Alfonso Colmenares Suárez para su Incorporación como Individuo de Número a la Sociedad Venezolana de Historia de la Medicina y ocupar el Sillón XIX de esta digna institución.
Nuestro recipiendario de hoy llegó a ser Miembro Correspondiente de esta institución cuando era aún cursante del sexto año de medicina de la “Escuela Luis Razetti” de la Facultad de Medicina, en septiembre de 1997, y en esta condición de estudiante de medicina es el primero en ser admitido en nuestra Sociedad. Asimismo, antes de graduarse, recibió el Premio “Efemérides Médicas 1996” por el trabajo “José Francisco Torrealba, el sabio y el investigador” otorgado por la Cátedra de Historia de la Medicina y la Facultad de Medicina UCV. Ese mismo año gana el accésit al Premio Louis Pasteur. Y en el año de su graduación como Médico Cirujano, 1998, mes de junio, la Academia Nacional de Medicina le otorga el Premio “Razetti” por el trabajo “José Francisco Torrealba: el aporte de un humanista a la Medicina Tropical Venezolana (en conmemoración de los 25 años de su deceso).
Entre 1998 y 2003 ha publicado cinco trabajos de investigación en la Gaceta Médica de Caracas y en la Revista de la Sociedad Venezolana de Historia de la Medicina. De 1994 al 2003 ha presentado otros nueve: uno en el VI Congreso Venezolano de Historia de la Medicina (Caracas, octubre de 1994), otro en la Academia Nacional de Medicina y los otros siete ante distintos Congresos y Simposios de las Ciencias de la Salud. Además de estos nueve trabajos, ha presentado dos que tienen una gran importancia y significación para el futuro de nuestra Revista. Ellos son: “Bibliografía indizada y anotada de la Revista de la Sociedad Venezolana de Historia de la Medicina” (1945-1999) en el VIII Congreso “Dr. Aníbal Osuna” (Mérida, octubre 2004) e “Introducción al uso de números digitalizados de la Revista de la Sociedad Venezolana de Historia de la Medicina” en el Congreso citado.
En su carrera profesional culminó el posgrado de Medicina Interna en el Hospital Vargas de Caracas (2002-2004), especialización y sede acreditadas por el Consejo Nacional de Universidades.
En esta tarde de un mes de junio que se desliza entre días de sol alucinantes y horas de lluvias impresionantes y devastadoras nos dedicaremos a la tarea enriquecedora de analizar los diversos aspectos del tema que nos presenta nuestro Especialista de Medicina Interna Luis Alfonso Colmenares Suárez. Un trabajo que nos enfoca el panorama médicosocial del país haciéndonos detener en cada momento de avance científico, de descubrimiento de factores etiológicos de distintas enfermedades, de avances farmacológicos terapéuticos en el tratamiento de nuestras endemias y epidemias tropicales de perfeccionamiento de la labor quirúrgica a través de las técnicas aplicadas por los viejos maestros con audacia, valor y conocimiento, no sólo de la técnica quirúrgica sino, por encima de todo, del dominio de la Clínica en el campo de la cirugía para lograr el éxito operatorio usando el método adecuado con el total conocimiento de la Historia clínica del paciente. Leer estas 592 páginas que tantos años de investigación le han tomado a Luis Alfonso Colmenares Suárez, es, por una parte, comprender una vez más el valor inmenso de nuestra Gaceta Médica de Caracas, al ser vehículo de comunicación de lo positivo que ha sido la trayectoria de la Medicina Venezolana durante el siglo que él nos presenta, el mérito indudable de la constancia y voluntad, de Razetti primero y de quienes lo han seguido después, para que se haya mantenido sin hiatos su aparición desde que fuera órgano de la Sociedad de Médicos de Caracas en 1893 hasta su desaparición en 1896 y persistir entre esta fecha y la creación del Colegio de Médicos de Venezuela en 1902 hasta la creación de la Academia Nacional de Medicina en 1904, la otra parte es el orgullo que sentimos los médicos de hoy al ver el ejemplo de mística, de investigación, de formar escuela, de todos aquellos colegas cuyos éxitos como exploradores no sólo se centran en las distintas enfermedades, síntomas y síndromes, sino también en la etiología de los mismos.
Después de haber analizado el trabajo del Dr. Colmenares Suárez, he escogido dentro de este valioso documento, algunas personalidades médicas y algunos datos que me han parecido sobresalientes. En primer lugar voy a referirme a la presencia de Razetti en este trabajo. Siempre ha sido para mí un médico admirable que marcó una época y dividió a la Medicina Venezolana en tres etapas: razettiana, pre y pos-razettiana. Así que suscribo lo afirmado por Temístocles Carballo en el capítulo final de la obra: “Luis Razetti: Biografía de la Superación” del Dr. Ricardo Archila que dice: “Sin exageración alguna, en los últimos cuarenta años, no ha habido un solo progreso médico en Venezuela, que no haya sido concebido, llevado a feliz realización o, cuando menos, estimulado por la voluntad de acero de tan eximio civilizador”
En el caso al cual nos estamos refiriendo, Luis Razetti se nos presenta como el más polifacético, apareciendo en once subespecialidades con dieciocho hitos. Nos asombra y nos llena de admiración que un cirujano pueda ser eficiente en esa diversidad de situaciones: Cirugía abdominal, con tres hitos; Urología y Obstetricia, con tres en cada una; en Traumatología, dos; Neurocirugía, dos; Medicina Tropical, uno; Cirugía vascular periférica, uno; Ginecología, uno; Otorrinolaringología, uno; y Farmacología y Terapéutica, uno. Estos trabajos han sido publicados durante 37 años del ejercicio profesional del Dr. Razetti.
El siguiente resumen que quiero destacar es del Dr. Abraham Krivoy. El caso del Dr. Krivoy es el siguiente: tiene el mayor número de hitos en una especialidad: Neurocirugía: 17. Tiene hitos en otras sub-especialidades: Neurología, dos; Genética, dos; y Pediatría, uno. En total 22 hitos, pero los presenta en un menor número de sub-especialidades que el Dr. Razetti. En cuanto al número de años durante los cuales las ha venido presentando es de 41, de 1962 a 2003.
Entre las sub-especialidades me interesó especialmente la de Trasplante, por un motivo que enlaza las dos entradas que conforman, y por otro referente a la primera que se realiza en Maracaibo, mi ciudad natal. Se trata de los cuatro primeros trasplantes renales realizados en el Hospital Universitario en dicha ciudad. En el marco de un Simposio Nacional en la Academia Nacional de Medicina, el autor expresa que dichos trasplantes fueron ejecutados por el equipo de trasplantes de órganos de la Universidad del Zulia y del mencionado Hospital Universitario. El Dr. Parra Bernal es quien expone el caso y el Dr. Rodríguez Iturbe en la misma Gaceta Médica de Caracas expone la evolución del mismo.
Ahora bien, llama la atención el hecho que, en la entrada siguiente, los autores R. Lizarraga, M.C. Manrique, J.B. Paéz y F. Pérez presentan ante la Academia Nacional de Medicina los primeros casos de autotrasplante renal en Venezuela y, en la reseña histórica, se lee textualmente: “La revisión de la literatura mundial hasta el año 1978, revela que han sido reportados 106 casos de trasplantes renales, y hasta agosto de 1992 no tenemos ningún reporte al respecto en Venezuela”. A medida que avanzamos en el análisis del trabajo del joven especialista Colmenares Suárez se va acentuando nuestra convicción de que, de ahora en adelante, será de consulta obligatoria la Gaceta Médica de Caracas para los profesionales o estudiantes de medicina que se dediquen a la investigación de la Historia o del presente en nuestra hermosa Ciencia Médica.
Nos acabamos de referir a estudiantes de medicina, y entre algunos de ellos que han presentado casos ante la Academia Nacional de Medicina hemos seleccionado la comunicación que dirigen al Secretario de ésta, el 1º de marzo de 1946, con la primera publicación sobre presencia de drepanocitos en pobladores venezolanos en el pueblo de Paparo, Estado Miranda. Los estudiantes que los presentaron fueron Otto Lima Gómez y Luís Manuel Carbonell.
De esta manera llegamos al interior de la República, en donde se realizan muchas de las investigaciones señaladas en este trabajo. Así encontramos que el Estado que tiene más hitos en la presente investigación es el Zulia, con 18 hitos; sigue Carabobo con trece: Guárico con once; Miranda con siete; Bolívar y Lara cuentan con cinco cada uno; Aragua y Nueva Esparta con cuatro respectivamente; Trujillo tiene tres; Anzoátegui, Barinas, Sucre, Yaracuy y Táchira tiene dos cada uno, y Cojedes, Falcón, Mérida y Vargas, tienen un hito por Estado.
Una última observación que quiero hacer sobre este muy interesante y útil trabajo es que en la subespecialidad Traumatología, en la que encontramos seis hitos, dos corresponden al admirado y admirable Maestro Luis Razetti, uno proviene de Bolívar y Nueva Esparta, el cuarto es de origen mirandino, el quinto se encuentra en Lara y sólo el sexto tiene su asiento en nuestra capital.
Distinguido amigo Dr. Luis Alfonso Colmenares Suárez, en nombre de la Directiva de la Sociedad Venezolana de Historia de la Medicina y de todos sus Miembros, quiero expresarle que para llegar a este momento de tanta significación para usted en sus actividades científico-humanísticas ha transitado una brillante ruta, en el curso de la cual no han faltado los obstáculos; pero usted los ha superado con su dedicación estudiosa al posgrado en Medicina Interna, con su afán de investigación admirable, con los premios obtenidos participando en certámenes académicos, con su constancia en la realización de los índices de nuestra Revista y con enjundioso trabajo de Incorporación como Individuo de Número de esta Sociedad cuyo juicio crítico hemerográfico ha realizado. Yo, con mis brazos extendidos hacia usted le doy una cordial, amistosa y calurosa bienvenida, invitándole a entrar por la puerta que le estamos abriendo de par en par para que nos acompañe en nuestras futuras reuniones y traiga usted a ellas un aire de juventud curiosa, luchadora e idealista, al ocupar el Sillón Décimo Noveno de esta institución.