Trabajo de Incorporación como Individuo de Número de la Sociedad Venezolana de Historia de la Medicina
Presentado el 30 de enero de 2008. Recibido el 3 de marzo de 2008.
Se describe la nomenclatura de los nervios craneales a través de la historia, Galeno en el siglo II, señaló siete nervios craneales. Willis indicó diez pares de nervios craneales. El Vago, X nervio, fue el primero en ser descrito, hacia el año 100 dC. Falopio reunió en un solo nervio con tres ramas oftálmica, maxilar y mandibular, que se consideraban como nervios separados; en uno solo: el Trigémino. Desde el año 1998 se considera al nervio Terminal como el par craneal “0”(Nervio Vómero nasal), por lo que se consideran actualmente 13 pares de nervios craneales.
Palabras clave: Historia, Nomenclatura, Nervios craneales
Through history, the cranial nerves nomenclature has been described. Galeno pointed out seven cranial nerves, Willis signaled 10 cranial nerve pairs. The Vagus, the X nerve, was the first one to be described, near year 100 a JC. Falopio joined in just one nerve 3 branches: oftalmic, axilar and mandibular, which were considered separates entities, in the Trigeminus nerve. Since 1998, the Terminal nerve is considered as cranial nerve “O” (Vomer nasal nerve). Therefore, actually, the cranial nerves nomenclature describes 13 pairs.
Key words: History, Nomenclature, Cranial nerves
Antes de comenzar con las exposiciones de la tarde de hoy, deseo dar las gracias en mi nombre y nuestra familia, por las manifestaciones de condolencia de la Sociedad Venezolana de Historia de la Medicina, representada por el Dr. José Francisco y todos sus miembros, ante la desaparición física de nuestro querido padre Dr. Francisco Plaza Izquierdo, acaecida en Caracas el 25 de diciembre del año pasado, quién era Miembro Emérito y Ex presidente de la Sociedad.
Mi padre fue quien me inició en la ciencia y arte de curar con las manos, y nos inculcó su amor por las ciencias del saber, en especial la historia. Reciente está en el recuerdo las tardes dominicales familiares en su residencia, donde luego de jugar un par de partidas de dominó y cenar en forma informal, comenzábamos con la gran mayoría de mis hermanos las tertulias sobre temas de historia universal y de Venezuela, mitología, astronomía, geografía y los recuerdos de familia, en especial de nuestro tío abuelo José Izquierdo, llamado por nosotros Tío Pepe.
Hoy me incorporo como Miembro Numerario en el Sillón 7, que ocupó la Dra. Nora Bustamante Luciani al quedar vacante desde el 6 de octubre del 2004, por haber sido nombrada Miembro Emérito de la Sociedad Venezolana de Historia de la Medicina.
Nació un 24 de abril, en la primera mitad del siglo XX en la ciudad de Maracaibo, capital del Estado Zulia. Es la segunda de seis hijos habidos del matrimonio de Francisco Eugenio Bustamante de Guruceaga con Ítala Rosa Luciani Eduardo. Su abuelo paterno Francisco Eugenio Bustamante, eminente médico, nacido en Coro y residenciado en el Zulia; fue el primero en practicar en Venezuela una ooforectomía por quiste gigante del ovario derecho (1874). Asimismo su bisabuela paterna, María Concepción Urdaneta, era descendiente del general Rafael Urdaneta.
Realizó la educación primaria en el colegio Sucre de Maracaibo, la secundaria en el Instituto Maracaibo y la educación superior en la Universidad Central, obteniendo el Título de Doctora en Ciencias Médicas, en 1946, Promoción Dr. José María Vargas. Tesis de grado: Condiciones Médico-Sociales Asistenciales del Municipio Lagunillas, Estado Zulia. 1947.
Su pasión por la historia queda plasmada como Directora del Archivo Histórico de Miraflores desde los años 1979 hasta 1986, donde pública “Índice de los primeros cien números del Boletín del Archivo Histórico de Miraflores” en 2 tomos. Otras obras publicadas son “Isaías Medina Angarita” Caracas 1985. “Memoria de los tiempos difíciles” Caracas 1990.
Ocupó el Sillón VII de Individuo de Número de la Sociedad Venezolana de Historia de la Medicina, durante 17 años, desde el 30 de septiembre de 1987, hasta el 5 de octubre de 2004. El título de su trabajo de incorporación es Dr. Domingo Luciani “El Maestro”. Fue presidenta de la Sociedad de Historia de la Medicina durante el período 1995-1997, siendo la primera mujer en ocupar dicho cargo. Desde el 6 de octubre de 2004 es Miembro Emérito de dicha Sociedad.
Pertenece a la Academia Nacional de la Historia como Miembro Correspondiente por el Estado Miranda, desde abril de 2001. Título de su Trabajo de Incorporación: “Nuestra mujer académica”
Sus dotes humanísticas se ven en la fundación de tres grupos literarios en funcionamiento:
Ha dado numerosas charlas y discursos sobre diversos tópicos, donde se aprecia su admiración por el general Isaías Medina Angarita y los doctores Francisco Eugenio Bustamante y Domingo Luciani Eduardo.
Con justicia ha recibido la Condecoración “Orden Andrés Bello” en su Primera Clase, en el año 1994 y la Condecoración “Orden de Mérito al Trabajo” en su Primera Clase, en el año 1995. En junio de 2007 recibió placa de reconocimiento como “Mujer Distinción 2007”, por Solidaridad Internacional Valle de Caracas.
Ocuparemos desde hoy el Sillón Nº VII de Individuo de Número de la Sociedad Venezolana de Historia de la Medicina, que tan dignamente perteneció a la Dra. Bustamante Luciani; el cual permanecía vacante desde octubre de 2004, fecha en que fue designada como Miembro Emérito de la Sociedad. Pido a la Divina Providencia que nos guíe para ocupar este sillón con tanto acierto, como mi antecesora.
Los trece pares de nervios craneales como los conocemos en la actualidad no siempre fueron así. Han podido ser menos, diez, nueve o siete, o más, hasta quince. Claudius Galenus (Galeno) (129-210 ó 216), describió siete nervios craneales (1,2). Gabriel Falopio (1523-1562), unió lo que se creía hasta entonces como tres nervios sensitivos faciales en tres ramas, oftálmica, maxilar y mandibular, en un mismo nervio que a partir de allí se denominó de los tres gemelos o trigémino (3).
Thomas Willis (1621-1675) a quien se debe la división de los nervios en raquídeos y craneales, había agrupado los nervios craneales en diez pares: (I) Nervio olfatorio, (II) Nervio óptico, (III) Nervio motor ocular común, (IV) Nervio patético, (V) Nervio trigémino, (VI) Nervio motor ocular externo, (VII) Nervio facial y auditivo, (VIII) Nervios glosofaríngeo, neumogástrico y espinal, (IX) Nervio Hipogloso mayor y (X) Nervio suboccipital (4).
Thomas Willis dividió el nervio facial (VII nervio) en una porción dura o facial propiamente dicho, y una porción mollis o auditiva, siendo separados como séptimo y octavo nervios por Samuel Soemmerring (1755-1830). Achillini.
Alejandro (1463-1512) y Andrés Vesalio (1514-1564) incluyeron al nervio troclear o patético (IV nervio), como formando parte del nervio oculomotor o motor ocular común (III nervio) y Falopio lo estudió como un nervio aparte, siendo nombrado como troclear o similar a una polea por el inglés William Mollins (1617-1691).
El noveno nervio o glosofaríngeo (IX nervio), fue paseado por toda la anatomía de los nervios craneales; Galeno unió el gloso-faríngeo al abducens o motor ocular externo (VI nervio), Falopio lo consideró como un nervio independiente en el año 1561, para que Willis lo uniera al vestibulococlear; hasta que finalmente Soemmerring lo separó como noveno nervio. El nervio más antiguo descrito es el neumogástrico (X nervio), descrito por Marino en el año 100 dC. nombrado como vago, de “vagar” en latín por su errático y prolongado recorrido por Domenico de Marchetti (1626-1688) de la Universidad de Padua, Italia. Jacob Winslow adosó el nervio hipogloso (XII nervio) al noveno nervio y Soemmerring lo separó como duodécimo nervio craneal (3).
La más reciente nomenclatura internacional (1998), además de los doce pares conocidos tradicionalmente; incluye al nervio terminal como nervio craneal (nervio craneal 0), a pesar de ser atrófico en los humanos y estar relacionado con el nervio olfatorio, también se le conoce a este nervio como nervio vomeronasal (5).
Vamos a considerar cada uno de los trece pares de nervios craneales actualmente aceptados, pero es de interés conocer brevemente la historia de la nomenclatura anatómica. La palabra nomina es latina y es el plural neutro de nomen, por lo que no puede decirse la Nómina Anatómica y mucho menos la Nómina Anatómica, lo correcto es los Nómina Anatómica, cuya traducción al castellano es Nomenclatura Anatómica Internacional (INA) por sus siglas en inglés y no “Nomenclatura anatómica” Nómina Anatómica han habido muchas en la historia, pero Nomenclatura Anatómica Internacional no hay sino una: los Nómina Anatómica.
La primera Nomenclatura Internacional fue la elaborada en latín por los anatomistas de lengua alemana a instancias de Wilhelm His, aprobada en el IX Congreso de la Sociedad Anatómica Alemana, que se celebró en Basilea (Suiza) en el año 1895; publicada inicialmente con el nombre de Nómina Anatómica; en inglés se refieren a ella como Basle Nomina Anatomica o BNA. (Nomenclatura Anatómica { Internacional } de Basilea), que se impuso en Alemania y en buena parte de América.
Con anterioridad a la II Guerra Mundial, se publicaron casi simultáneamente una revisión británica, otra estadounidense y una alemana, que complicaron la situación. La que más importancia alcanzó fue la alemana, publicada en 1935 y conocida en inglés como Jena Nomina Anatomica o (JNA). En un intento de uniformar la nomenclatura anatómica, la Federación Internacional de Asociaciones de Anatomistas (FIAA) creó en 1950 un Comité Internacional de Nomenclatura Anatómica que elaboró una nueva nomenclatura latina internacional, aprobada en 1955 con motivo del VI Congreso Federal Internacional de Anatomía celebrado en París: los Parisiensia Nomina Anatomica o, en inglés, Paris Nomina Anatomica o PNA (Nomenclatura Anatómica { internacional } de París) o INA, siglas en inglés de International Nomenclature Anatomical.
Luego de una disputa en 1985 entre la FIAA y el Comité Internacional de Nomenclatura Anatómica, terminó con la ruptura de relaciones entre ambos organismos en 1989, cuando el Comité publicó la sexta edición de los Nomina Anatomica sin someterla a aprobación del XIII Congreso Federal Internacional de Anatomía celebrado en Río de Janeiro. En agosto de 1989, la FIAA decidió crear un nuevo Comité Federal de Terminología Anatómica (FCAT) con el fin de elaborar una nueva nomenclatura anatómica internacional, que luego de 13 reuniones, el nuevo Comité publicó en 1998 la nueva Terminología Anatómica (TAI), que ha sustituido a los Nómina Anatómica como nomenclatura anatómica oficial en todo el mundo (6-10).
Es el último nervio aceptado por la Terminología Anatómica Internacional, en el año 1998. Consta de algunos finos nervios, parcialmente ramificados, que se encuentran asociados al nervio olfatorio, ubicándose a lo largo del borde medial de los bulbos y tractos olfatorios. Ejerce una función en la migración de neuronas liberadoras de gonadotropinas (GnRH). Se supone la existencia filogenética de un sector del cerebro y de un nervio común, que integra el nervio terminal, con los nervios olfatorios y los vomeronasales, para la detección de olores y la orientación en la búsqueda de alimentos, detección de feromonas y regulación vascular nasal (11,12).
Olfatorio viene del latín olfacere “oler”. Fueron observados por primera vez por Theo Theophilus Protospatharius, médico del emperador bizantino Heraclio del siglo VII dC. Originalmente se aplicó a las cintillas olfatorias. Barcia Goyanes, Juan José refiere que Claudio Galeno ya las conocía y también su relación con la olfación, pero no les atribuyó carácter de nervios por ser mucho más blandos que ellos, y las consideró como una parte del cerebro. El primero en hablar de nervio olfatorio fue Gabriele De Zerbis (1445-1505). A Willis se le debe la consideración de primer par craneal. Max Schulze demostró su relación con el neuroepitelio de la mucosa nasal. Bartholin, Caspar (El viejo) (1585-1629), fue el primero que describió y publicó la función del nervio olfatorio. En la actualidad se entiende por nervio olfatorio el conjunto de fibras nerviosas originadas en las células neuronales bipolares del epitelio olfatorio de las fosas nasales que alcanzan el bulbo olfatorio después de atravesar la lámina cribosa del etmoides (13,14).
Galeno en el siglo II describió a los nervios ópticos como canales neumáticos transportadores de sensaciones desde los ojos al cerebro y describió la decusación del nervio sin darle nombre, señalaba que unos negaban a este nervio el nombre de tal y lo consideraban como un conducto, otros atendiendo a su función lo consideraban un nervio. Este nombre fue correctamente traducido del árabe al latín y nunca se ha perdido. Rufo de Éfeso, siglo II, llamó a la decusación de los nervios ópticos con el nombre de “quiasma” (del griego chiasma “línea de dos cruces; la forma de la letra chi “X”). La primera representación del quiasma en la que se muestra un entrecruzamiento entre las fibras ópticas aparece en un libro de oftalmología del sirio Califa Ibn Abi Al-Mahasin (1266), en la que señala el entrecruzamiento de todas las fibras nerviosas. En 1573 Varolio, Costanzo publica el primer libro sobre el nervio óptico, señalando su origen en la pared del tercer ventrículo. René Descartes (1596-1650) creyó en la representación mecánica de la visión y negó la existencia de una decusación quiasmática de los nervios ópticos, para él cada nervio se originaba en el ventrículo lateral continuándose por una ruta paralela al quiasma para terminar en la retina; además se transmitía hacia la pineal separadamente desde cada ojo antes de ser memorizado por el cerebro. La nómina anatómica de Jena (INA) suprimió el nervio óptico de la serie de los nervios craneales ya que su significado morfológico es el de un tracto del sistema nervioso central. La nómina anatómica de París (PAN) consideró que lo arraigado de la expresión hacía aconsejable conservarla. Está constituido por los axones de las neuronas ganglionares de la retina y se extiende hasta el quiasma óptico donde se continúa con las cintillas ópticas que terminan en el núcleo geniculado lateral del tálamo (13-17).
El nombre se debe a Soemmerring, y así ha sido adoptado por los nóminas anatómicas. Coetáneo de Bonells e Ignacio Lacaba lo llamaron oculomuscular o motor común de los ojos (motor ocular común en español, que es la traducción francesa de moteur oculaire común). Está formado por fibras eferentes somáticas generales que inervan el músculo elevador
del párpado superior y la musculatura extrínseca del globo ocular, excepto los músculos recto lateral y troclear, y por fibras parasimpáticas que se originan en el núcleo pupilar y terminan en el ganglio ciliar; este núcleo se le conoce también con el nombre de Edinger-Westphal, en honor a Ludwing Edinger (1855-1918), neurólogo y neuroanatomista alemán y a Karl Westphal (1833-1890) neurólogo alemán que describieron este núcleo pupilar
Fue el último de los nervios craneales en descubrirse, y se le debe a Achillini. Willis lo llamó patheticus. Está constituido por fibras eferentes somáticas generales que inervan al músculo troclear (oblicuo mayor) del globo ocular del lado contralateral.
Este nervio a lo largo de la historia ha recibido tres nombres “tercer par”, “quinto par” y trigémino como refiere Barcia Goyanes. El nombre de tercer par es debido a Galeno. Bartholinus, Thomas (1616-1680) es el primero en llamarlo V par, mientras que el nombre trijémino-trijumeau fue posterior y denominado así por Winslow. Este nervio está constituido por fibras aferentes somáticas generales que conducen estímulos exteroceptivos y propioceptivos de la cara y eferentes viscerales especiales que inervan los músculos de la masticación.
Este término se aplicó por vez primera al músculo rectus lateralis (recto externo) del globo ocular. Galeno lo había considerado como una parte del oculomotorius (motor ocular común). Fue Winslow quien lo independizó llamándolo moteur externe. A Soemmerring se le debe el nombre de nervus abducens. Es responsable de la inervación del músculo recto externo del globo ocular.
Barcia Goyanes refiere que Willis lo llamó séptimo par. Soemmerring, siguiendo a Vicq d´Azyr, lo denomina nervus facialis. El nervio facial se estudia conjuntamente con el nervus intermedius (nervio intermediario), término que se le debe a Heinrich August Wrisberg (1739-1808), anatomista alemán
Estos dos nervios conjuntamente considerados están formados por fibras eferentes viscerales especiales que inervan a los músculos de la mímica de la cara, músculos del estribo y el músculo cutáneo del cuello; fibras aferentes viscerales especiales (sensibilidad gustativa); fibras aferentes viscerales generales (sensibilidad cutánea del conducto auditivo externo y región retroauricular) y fibras eferentes viscerales parasimpáticas que terminan en los ganglios pterigopalatino y submaxilar.
Galeno ya había señalado que este nervio se componía de dos partes diferentes, acústica y estática. Friedrich Henle lo denomina nervus acusticus y Jean Cruvelhier huitième paire ou nerf auditif. La BNA lo llamó acusticus. La INA debido a que cuando recibió este nombre no se conocía su función estática los llamó estatoacusticus. Según la nota de la tercera edición del PAN (Nómina Anatómica Panamericana) hubo consenso general sobre que el nombre del nervio hiciera mención a las dos funciones, por lo que se le dio el nombre de nervus vestibulocochlearis. Este nervio está constituido por fibras originadas en los ganglios vestibular y coclear para el equilibrio y la audición, y llegan al tallo encefálico a nivel del ángulo pontocerebelar.
Glosofaríngeo proviene del griego glossa “lengua y pharynx “faringe” Galeno lo consideró como nervio independiente del vago incluido en el sexto nervio craneal, Falopio lo distinguió como un nervio separado en 1561, Willis lo incluyó como parte del octavo nervio craneal y Albert von Haller empleó por vez primera el nombre de glossopharyngeus. Posteriormente perdió su carácter independiente y se le unió nuevamente al vago. Se debe a Andersch la independencia de ambos nervios. Vicq d´Azyr actualizó el nombre de nerf glossopharingien y Soemmerring le da el nombre de glossopharingeus. Este nervio está constituido por fibras aferentes viscerales generales (sensibilidad táctil, térmica y dolorosa de la mucosa posterior de la lengua), fibras aferentes viscerales especiales (gustativas y presoceptivas desde el seno carotídeo), fibras aferentes somáticas generales (piel retroauricular), fibras eferentes viscerales (que inervan a los músculos estilofaríngeo y constrictor superior de la faringe) (13).
Es el nervio más antiguo que se describió, y se le debe a Marino en el año 100 dC. Fue nombrado como vago “vagari” en latín por Domenico de Marchetti por su errático y prolongado recorrido. El nervio no recibió este nombre hasta que Willis, Soemmerring y Henle se refieren a él, como nervus vagus. Franceses y españoles prefirieron el nombre de pneumo-gastrique y pneumogástrico respectivamente. Juan José Barcia Goyanes señala que se trata de un nombre deficiente puesto que, por un lado pneumo significa aire y no pulmón, como quiere expresar, y por otro lado el nombre hace referencia sólo a dos de los numerosos órganos que el nervio recorre; y por lo tanto celebra el hecho de que los nominas hayan optado por vagus.
Este nervio está constituido por fibras aferentes somáticas generales (piel del dorso del pabellón auricular y conducto auditivo externo), fibras aferentes viscerales generales (faringe, laringe, vísceras torácicas y abdominales), fibras aferentes viscerales especiales (gustativas), fibras eferentes viscerales generales (parasimpáticas) y fibras eferentes viscerales especiales (músculos faríngeos y laríngeos).
Fue considerado por Galeno, Vesalio y Falopio como una rama del vago. Willis le dio el nombre de spinalis ad vagum accesorio. Viq d´Azyr lo llama spinal en francés. Está formado por dos porciones la craneal y la espinal. La porción craneal se origina en la parte caudal del núcleo ambiguo y sus fibras se unen al nervio vago para formar el nervio laríngeo inferior o recurrente que inerva a los músculos de las cuerdas vocales. La porción espinal se origina en el asta anterior de los primeros segmentos medulares cervicales, las fibras emergen de la médula espinal y se unen en un tronco común que asciende hasta penetrar en el cráneo por el foramen magno; finalmente se hace extracraneal saliendo por el foramen yugular junto con el IX y X nervios e inerva a los músculos esternocleidomastoideo y trapecio.
Del griego hypo “abajo”; glossa “lengua”. Willis lo incluyó con el noveno nervio craneal.
El nombre de hipogloso procede de Winslow; Vicq dÁzyr lo llamó nerf lingual. Bonélls y Lacaba lingual medio o hipogloso; Henle adoptó este nombre que no ha variado hasta nuestros días. Se trata de un nervio formado por fibras nerviosas eferentes somáticas para la inervación de los músculos de la lengua (13).
Filosofo y médico nacido en Bolonia, dedicó parte de su vida a la anatomía. Publicó tres obras: Corporis humani anatomia; In mundinis anatomiam adnotaciones y Anatomica adnotationes. Fue profesor en Padua y Bolonia donde sus disertaciones filosóficas le valieron el nombre de “segundo Aristóteles”
Anatomista alemán, nació el 17 de septiembre de 1732 en Jatschen, Lituania y murió en 1777 en Königsberg. Estudió en Göttingen siendo uno de los mejores discípulos de Victor Albrecht von Haller. Es recordado por el ganglio petroso y el nervio glossopharingeo (18).
Anatomista, neuropsiquiatra y neurocirujano español, nacido en Santiago de Compostela y fallecido en Valencia. Estudio medicina en la Universidad de Santiago, luego fue catedrático de anatomía de la Universidad de Salamanca durante 24 años, posteriormente obtuvo otra cátedra en la misma especialidad en la Universidad de Valencia durante 20 años; fue decano de Medicina, Rector de la Universidad de Valencia y miembro de la Real Academia de Medicina de Valencia. Principales obras: La nómina anatómica de París (1960), Onomatología anatómica nueva: historia del lenguaje anatómico, El mito de Vesalio (1994), Canto de cisne (1995), Como el eco (2001) y Estudio de los términos anatómicos de la Biblia (2002).
Anatomista, matemático y teólogo danés. Fue el primero que describió la función del nervio olfatorio (19).
Anatomista y matemático danés, hijo de Caspar Bartholin, fue el primero en llamar al trigémino V par craneal (20).
Anatomista español. Coetáneo de Ignacio Lacaba, publicando ambos “Curso completo de Anatomía” que constituyó una obra fundamental del siglo XVIII.
Médico francés. Fue el anatomista más destacado de Francia de la primera mitad del siglo XIX; fue discípulo directo de Dupuytren y seguidor de Soemmerring. Ocupó la Cátedra de Anatomía y posteriormente la de Anatomía Patológica. Su tratado de Anatomía descriptiva (1834-1836) en cuatro volúmenes, mantiene un criterio topográfico y funcional aplicado a la morfología.
Nació en Verona y se formó en Padua, fue profesor en la Universidad de Padua y de la de Bolonia y médico de la corte papal de Roma, era también filósofo. Su tratado anatómico “liber Anathomie Corporis Humani” se publicó en Venecia en 1502.
Neurólogo y neuroanatomista alemán. El núcleo pupilar del III nervio craneal, junto con Wesphal, lleva su nombre.
Anatomista italiano nacido en Módena y fallecido en Padua. Fue discípulo de Vesalio y le corrigió con respeto varios errores al maestro, su única obra “Observationes anatomicae” fue publicada en Venecia en 1561. Su descripción del oído interno fue superior a la de sus predecesores. Describió al nervio troclear (IV nervio craneal).
Nacido en Pérgamo y fallecido en Roma o Pérgamo. Hizo demostraciones y escribió sobre Anatomía. Describió siete nervios.
Nació en Berna y estudió en la universidad de Leiden. Gran parte de su dedicación estuvo orientada hacia los estudios fisiológicos. Como anatomista publicó dos obras importantes: “Opera Anatomica Selecta” y la “Biblioteca Anatomica” (21)
Anatómico e histólogo alemán. Fue profesor de anatomía en Zurich, Heidelberg y Gotinga.
Anatomista suizo, fundador de la embriología humana. Relacionó las bases de la teoría neuronal con estudios embriológicos del desarrollo de las células nerviosas.
Anatomista español, contemporáneo de Jaime Bonells autores en el siglo XVIII del “Curso completo de Anatomía”
Anatomista griego, celebre por sus investigaciones sobre el corazón y los ojos.
Médico anatomista de origen polaco. En 1778 se doctoró con una tesis sobre los nervios craneales en la que proponía una clasificación de los mismos que superaba a la entonces aceptada de Willis y que con escasas modificaciones se sigue utilizando.
Médico anatomista y fisiólogo italiano en Bolonia y en Roma.
Nació en Bruselas, fue profesor de la Universidad de Padua. En 1543 publicó su gran obra “De humanis cortpore fabrica”. Estuvo como médico en la corte del emperador Carlos V y luego en la de su hijo Felipe II. En 1564 hizo una peregrinación a la Tierra Santa y en el viaje de regreso murió en circunstancias oscuras en la isla griega de Zanthos o Zákinthos.
Anatomista francés. Su obra más importante es “Traité d`Anatomie et de Physiologie avec des plants coloriés représentant au natur les organes de l`homme et des animaux”
Neurólogo alemán. El núcleo pupilar del III nervio craneal, junto con Edinger, lleva su nombre.
Médico inglés. Fue quien acuñó el nombre de neurología.
Conocido también como Jacques-Bénigne Winslow, anatomista de origen danés, nació en Odense y murió en París, estudio en Holanda y París. Su obra “Exposition anatomique de la structure du corps humain” (1732)
Médico alemán. El nervio Intermediario del Facial (VII nervio craneal) lleva su nombre.