NOTICIAS Y EVENTOS

Homenaje al Dr. José María Bengoa con motivo de su muerte
(Bilbao 1913 – 2010)

Dra. Nora Bustamante Luciani

Miembro Emérito de la Sociedad Venezolana de Historia de la Medicina. Palabras pronunciadas en la Sesión Ordinaria de la SVHM, el 20 de enero de 2010. Correo: marthafortique@yahoo.com

Volumen 59, Nº 1-2, 2010

Conocí al Dr. Bengoa cuando cursaba mis estudios de medicina en la Universidad Central. Él dictaba unas clases de filosofía extra cátedra y yo asistí a ellas, quedando poderosamente impresionada con la sapiencia de aquel profesor y la facilidad con que hacía comprensibles sus conocimientos para sus oyentes. Después lo seguí viendo y tratando en la casa de mi tía Lucila Luciani de Pérez Díaz, quien lo apreciaba profundamente. Al terminar mis estudios e irme de Caracas no supe más de él por un tiempo, hasta cuando se fue dando a conocer por sus grandes éxitos en distintos sectores de la medicina, en Venezuela y en el mundo.

Había concluido sus estudios médicos en junio de 1936 y el 18 de julio de ese año, la radio divulgó la noticia del levantamiento del ejército en África y en algunas provincias de la península ibérica. Poco antes de caer Bilbao, un amigo le informó de su inclusión en una lista de “inútil total”, para ser evacuado a Francia. Había perdido quince kilogramos desde su salida del sanatorio donde estuvo hospitalizado, después de padecer de un síndrome febril, con hemoptisis. Fue el primer exiliado vasco en llegar a Venezuela, en 1938. En esos años gobernaba el general Eleazar López Contreras, a quien correspondió el difícil momento de la transición de 27 años de dictadura, a un régimen democrático y lo hizo con “calma y cordura”. Uno de sus primeros logros fue reducir el período presidencial de 7 a 5 años. El Dr. Bengoa pasó tres meses en audiencias con autoridades sanitarias, sin poder concretar nada. Luego, el Padre Víctor Iriarte, sacerdote jesuita, le dio una tarjeta de presentación para el Director de Asistencia Social, Dr. González Puccine, quien lo remitió al Dr. Honorio Sigala. En su despacho hizo antesala varios días, sin lograr verlo; hasta que el portero le aconsejó que lo esperara en el primer patio, a la salida del despacho. Así lo hizo. Le dijo quien era y de donde venía, expresándole su deseo de trabajar en un pueblo del interior. El Ministro Sigala le dijo: “Venga mañana a las cuatro de la tarde” Ese mismo día le asignó el Municipio Sanare, en el Estado Lara.

Figura 1. Dr. José María Bengoa.
Foto: www.fundacionBengoa.org. 2010.
Figura 1. Dr. José María Bengoa.
Foto: www.fundacionBengoa.org. 2010.

El taxi que lo llevó de Caracas a Barquisimeto, tardó diez horas. En la carretera hacia Sanare se encontró con un puente semi hundido. Y estaba a 20 kilómetros del pueblo. El nuevo médico rural de Sanare, con su maleta a la espalda, decidió llegar a pie al sitio de trabajo, descansó un rato en un rancho y luego arribó a su destino. Desde el primer día en que se sentó en el dispensario, se dio cuenta de las quejas que sus enfermos, nada o poco tenían que ver con lo aprendido en la Universidad de Valladolid, ni en el hospital de Basurto, en Bilbao. ¿Cómo tratar aquellas úlceras tórpidas producidas por la Leishmaniasis? ¿Cómo abordar el problema de niños de 2 y 3 años, con Kwashiorkor? (Malnutrición crónica, calóricoproteica) Al principio, enviaba a los pequeños al Hospital de Niños de Barquisimeto, cuyo director, el Dr. Agustín Zubillaga, era un destacado pediatra. Los niños eran recluidos en el hospital, porque necesitaban tratamiento durante 2 o 3 meses.

En casas cercanas a Sanare, se encontraba con niños en idénticas condiciones. Como el interior del dispensario era bastante grande, el Dr. Bengoa optó por acostar a los niños en una colchoneta, durante 8 a 10 horas, mientras recibían una alimentación adecuada. Nacieron así los primeros Centros de Recuperación Nutricional, iniciativa que fue extendiéndose por todo el mundo y dando excelentes resultados, especialmente en situaciones de emergencia. Cierto día, el párroco de Sanare fue a visitar el centro y preguntó al Dr. Bengoa, como sabía en que momento dar de alta a los pequeños. “Cuando se sonríen, Padre”, fue la respuesta del Dr. Bengoa.

En el año de de 1956, siendo nuestro amigo funcionario de la Organización Mundial de Salud, impartió en Marsella un curso sobre esos centros, para médicos franceses, que iban destinados al África. Los resultados de su trabajo quedaron plasmados en un libro publicado en 1940, en la Revista del Ministerio de Sanidad y Asistencia Social, bajo el título: Medicina social, en el medio rural venezolano, del cual se han hecho tres ediciones (1946, 1980 y 1990) Esa obra le abrió muchos senderos.

En 1940 recibió un telegrama del Ministro de Sanidad, donde le decían que entregara los bienes del dispensario a otro médico. El pueblo de Sanare entero, salió a despedirlo. En una ocasión, hacia 1960, le preguntaron en cual universidad había aprendido sus conocimientos de medicina social y el contestó rotundo: “En la Universidad de Sanare” No voy a referirme a todos los cargos y títulos que obtuvo en su larga vida, pero me ha parecido imprescindible mencionar el de “Vasco Mundial” otorgado por el Diario de Bilbao, el 18 de diciembre de 2003. En Venezuela, desde 1936, al año 2000; fue Consejero de la Fundación Cavendes y en ese último año se crea la Fundación Bengoa, para continuar tan insigne labor social. Por todos estos y mucho otros méritos, el Dr. Bengoa fue Miembro Honorario de la Sociedad Venezolana de Historia de la Medicina, incorporándose en julio del año 2006. El Dr. José María Bengoa Lecanda falleció en su Bilbao natal, a los 96 años, el 16 de enero de 2010. Esta institución científica le brinda un último adiós al insigne médico vasco, que tanto hizo por la salud de muchos venezolanos, especialmente por los niños de nuestro país.

Recopilación histórica Dr. Julián Viso R.