Fertilidad y embarazo en la prehistoria: Las venusENUS

Dr. Abraham Krivoy

*Individuo de Número de la Sociedad Venezolana de Historia de la Medicina. Individuo de Número de la Academia Nacional de Medicina.
Correo abrahamkrivoy@cantv.net

Enviado para publicación en Agosto 2011

RESUMEN

El conocimiento humano respecto a la fertilidad y el embarazo se remonta desde los 25.000 a 5.000 años antes de Cristo. Esta preocupación fue exteriorizada mediante figuras humanas de sexo femenino de pequeñas talla que casi con seguridad le atribuían componentes mágicos y de allí que su difusión y uso como protectores y promotores de la fecundidad y procreación. Existen otros materiales arqueológicos que complementan el tema pero que en este trabajo solo se referirá a las denominadas las “Venus” que en sus diferentes formas de expresión en los diferentes lugares de la tierra.

Palabras clave: Fertilidad y embarazo. Venus de Tan Tan. Venus de Brassempouy. Venus de Grimaldi. Venus de Willendorf

ABSTRACT

Human knowledge with regard to fertility and pregnancy dating back from the 25,000 to 5,000 years before Christ. This concern was expressed by human figures of female sex of small stature who will almost certainly be attributed magical components who will almost certainly be attributed magical components and hence its dissemination and use as protectors and promoters of fertility and procreation. There are other archeological materials that complement the subject matter, but in this work will only refer to the so-called "Venus" in its different forms of expression in the different places on earth.

Key Words: Fertility and pregnancy. Venus from Tan Tan. Venus of Brassempouy. Venus of Grimaldi. Venus of Willendorf


INTRODUCCIÓN

Aparecen en esta época unas figuras humanas de sexo femenino, de pequeña talla, que actuaban seguramente como amuletos para favorecer la fecundidad o la capacidad de procreación. He aquí una muestra parcial de estas creaciones con contenido simbólico. La prehistoria, se hace explícita mediante el estudio de instrumentos de trabajo, monumentos u otros restos que quedan como testimonio del paso del hombre sobre la Tierra. La arqueología se ocupa de esta época. La prehistoria se divide en dos edades, según los materiales empleados para fabricar las herramientas:

  • Edad de piedra
  • Edad de los metales

La edad de piedra se divide a su vez en tres períodos:

  1. Paleolítico
  2. Mesolítico
  3. Neolítico

El paleolítico, que significa:”Edad Antigua de la Piedra”, se caracteriza por utilización de la piedra sin pulimentar, y abarca desde la aparición del hombre sobre a superficie de la Tierra hasta el 8.000 aC. El paleolítico (1) se divide a su vez en tres subperíodos: Inferior, Medio y Superior Desde el punto de vista geológico el paleolítico ocurre en la era cuaternaria superior, en la glaciación Würm. El que interesa más especialmente es el paleolítico superior que transcurre entre los años 40.000 hasta los 11.000 aC . El hombre habita en cuevas, es nómade, es cazador, pescador y recolector, utiliza la piedra para fabricar hachas, puntas de flechas y cuchillos. En el paleolítico superior es cuando aparecen las primeras manifestaciones artísticas humanas y en ese sentido, se distinguen las culturas: Auriñaciense, Solutrense y Magdaleniense.

En la cultura auriñaciense se produce la aparición de las pinturas rupestres, de las cuales hay numerosos ejemplos en gran parte de los países europeos, con figuras zoomorfas y representaciones de manos, como también existen en Suramérica, en las zonas cercanas a la cordillera de los Andes. El creador de estas obras es el Homo Sapiens sapiens, capaz de reproducir la realidad que lo rodea, en muchas ocasiones con verdadera maestría. Como se trata de pueblos cazadores, los animales son los más representados con una intencionalidad mágica y simbólica. Durante los períodos auriñaciense y solutrense aparece asimismo el arte mobiliario o de escultura. En el auriñaciense la escultura es de piedra, hueso y marfil de mamut.

Interesa para la historia de la Pediatría la aparición de figuras humanas de sexo femenino, de pequeña talla, que actuaban seguramente como amuletos para favorecer la fecundidad o la capacidad de procreación que se las llamó Venus y por otro lado, la representación de embarazo cuya estricta interpretación es difícil y de allí las múltiples especulaciones. Se conocen cerca de un centenar de estas piezas. Se mencionan como la más antigua a la Venus de Tan-Tan, cuyo origen se ubica ente el 2.300.000 y el 500.000 aC. La cuarcita con restos de pintura fue el máterial usado. Descubierta en 1999 por el arqueólogo alemán Lutz Fiedler cerca del río Draa en Tan-Tan, Marruecos. Su existencia, si se comprobara que fue modelada por la mano humana, serviría como testimonio de que la sociedad a la que pertenecía era más avanzada y sofisticada de lo que se suele pensar. A pesar de eso “No hay evidencias que la forma del objeto fuera modificada por la acción humana. Como en todas las figuras, hay evidencias del impacto y la erosión de los granos de cuarzo, pero está restringida a algunas partes específicas de la figura.

La forma del objeto se podría atribuir a la erosión natural por piedra caliza y a efectos del tiempo. Una especie de erosión horizontal hizo los “brazos” y las “piernas” así como la separación medial. El objeto es resultado de procesos aleatorios naturales. A pesar de ello, las modificaciones en los ángulos que van hasta el centro, enfatizando su carácter antropomorfo, podrían ser consideraros tanto naturales como artificiales. Algunos de estos surcos se podrían atribuir a variaciones de la misma piedra, otros por depresiones naturales de la piedra y algunos por efecto de golpes percutores.

Venus de Tan Tan
Venus de Tan Tan

Otra prueba del pensamiento simbólico antiguo se halla en la denominada Venus de Berejat Ram (o Berekhat Ram), una posible figura antropomorfa de apenas 3,5 cm de longitud, supuestamente elaborada en roca volcánica rojiza, en parte desgastada por la erosión, en parte con incisiones artificiales. Fue descubierta por Alexander Marshack en 1981, en Mas'adah, al pie del monte Hermón, una región cercana a los Altos del Golán (entre Israel, Líbano, Jordania y Siria) Se le ha atribuido una antigüedad entre 250.000 y 280.000 años, por medio de una capa de ceniza inmediatamente superior, fechada en 230.000 años, en un contexto Achelense.

Venus de Berekhat Ram.
Venus de Berekhat Ram

La pieza fue trabajada por algún ser humano, seguramente Homo heidelbergensis. Si además se pudiese demostrar la intención de crear una representación humana, sería, pues, el testimonio más antiguo y más claro de Arte paleolítico y, concretamente, de las venus paleolíticas.

Otra “Venus” descubierta por el Marqués Paul de Vibraye quien encontró en 1864 una pequeña escultura de marfil a la que bautizó irónicamente con el nombre de la diosa del amor. El hallazgo ocurrió en Francia, en la Dordoña en el pueblo de Laugerie-Basse, situado en el valle de Vezere, la bautizó con el nombre de “Venus Impúdica” por lo sobresaliente de los genitales y que por supuesto, contrastan marcadamente con las clásicas esculturas de las otras Venus o diosas como la Afrodita de Cnido de Praxíteles o la Venus Capitalina romana.

Venus de Brassempouy (Paleolítico Superior, entre los años 29 000 y 22 000)
Venus de Brassempouy (Paleolítico Superior, entre los años 29 000 y 22 000)

En 1893, Edouard Piette, descubre en la zona pirenaico-aguitana, en la Grotte du Pape, la que llamó Venus de Brassempouy, estatuilla tallada en marfil de 3.5 cm de altura, ya que se conserva solamente en el cuello y la cabeza, y en donde aparecen los rasgos del primer retrato humano que se conoce. Se encuentra en la actualidad en el museo de Antigüedades Nacionales de Saint Germaine-en-Laye, en Francia. En 1897 el erudito Salomón Reinach dio a conocer la Venus de Grimaldi o La Polichinela, datada hacia el 24.000 a. C. De 8.1 cm, tallada en esteatita, y que representa a una mujer en evidente estado de gravidez- La Venus fue encontrada en la Cueva del Príncipe, en Grimaldi, en la Liguria, Italia, y se halla asimismo en el Museo de Saint Germain-en-Laye, en Francia. Presenta cabeza ovoide, proyección maxilar y frente huidiza terminada en un "moño"; se aprecian un ojo y una gran nariz. La figura se cree que representa a una mujer neandertal. La fábrica se atribuye también a un neandertal, estaríamos diciendo tanto como que el hombre de neandertal fue el ser más próximo a nosotros del que se tiene noticia, y que poseía una inteligencia más que notable que le hubiera podido llevar a generar civilizaciones.

Venus de Grimaldi o Polichinela, datada hacia el 24.000 aC. De 8.1 cm, tallada en esteatita y que representa a una mujer en estado de gravidez. Corresponde probablemente a una Neanderthal
Venus de Grimaldi o Polichinela, datada hacia el 24.000 aC. De 8.1 cm, tallada en esteatita y que representa a una mujer en estado de gravidez. Corresponde probablemente a una Neanderthal
Venus de Dolní Věstonice
Venus de Dolní Věstonice

La Venus de Dolní Věstonice, terracota de una figura femenina, datada entre el 29 000 y 25 000 aC. que fue encontrada en el yacimiento arqueológico paleolítico ubicado en la República Checa) Mide 111 milímetros de altura (aunque falta parte de las extremidades inferiores) y 43 mm de anchura. Esta estatuilla podría ser una de las evidencias más antiguas de cerámica. Tiene la cabeza sin detalle alguno, excepto dos incisiones que podrían representar los ojos. Los brazos apenas están esbozados, en cambio los grandes senos, el ombligo y la línea inguinal han sido señalados con todo detalle. Aunque ha perdido los pies, parece que el extremo inferior era puntiagudo (3)

Venus de Lespugue
Venus de Lespugue

Venus de Lespugue: esta estatuilla cabe en la palma de la mano y corresponde a la representación de un ser humano del sexo femenino con partes de la anatomía exageradamente deformadas. Las mamas, el abdomen, las nalgas y la vulva son de un tamaño exagerado en tanto aparecen en forma rudimentaria los miembros superiores y los pies, a menudo ausentes. Se habla de esteatopigia y hay quien las haya comparado con los grupo de pigmeos. Los rasgos faciales no se encuentran detallados y habitualmente, son inexistentes. La datación más frecuente oscila alrededor de los 20.000 aC., si bien se pueden observar rasgos similares hasta los 5.000 aC. en otras figuras encontradas en diferentes regiones europeas. Se destacan al pensamiento humano probablemente como sus capacidades de reproducción y de nutrición.

Es la más conocida después de la Venus de Willendorf y fue descubierta en l922 por R y S de Saint Périer en la cueva de les Rideaux, en la localidad de Lespugue, en el Alto Garona, se calcula que fue realizada entre el 25.000 y el 18.000 aC. y pertenece al período auriñaciense. Al extraerla fue dañada y se la reconstruyó con algún defecto. Se trata de un cuerpo de 14,7 cm de alto, 6,0 cm de ancho y 3,6 cm de grosor, tallado en marfil de colmillo de mamut; su aspecto es más grácil que el de su homónima de Willendorf.

Presenta una cabeza ovoide y un cuello delgado, con una gran magnificación de las mamas, el abdomen, la pelvis y las nalgas. Se trata de una figura esteatopígica, por el gran desarrollo posterior. Los miembros superiores aparecen atróficos, los muslos muy marcados y, como ocurre con muchas de estas estatuillas, la figura carece de pies. Es evidente que las partes no vinculadas con la fertilidad y la nutrición infantil no fueron tenidas en cuenta por el ejecutor de la obra. La Venus de Lespugue se encuentra expuesta en el Museo del Hombre, en París (4)

Venus de Willendorf
Venus de Willendorf

La Venus de Wllendorf, la más conocida de todas estas estatuillas prehistóricas de la cultura auriñaciense. Fue encontrada en 1908 por el arqueólogo Josef Szombathy, en una terraza a treinta metros sobre el Danubio, cerca del pueblo de Willendorf, en Austria, aunque la primera noticia sobre su descubrimiento provino del antropólogo norteamericano George Grant MacCurdy, profesor de la Universidad de Yale que estuvo ese año visitando a Szombathy en Viena y cuando volvió a la Universidad contó acerca de su hallazgo. La estatuilla salió a la luz a raíz de unos trabajos para la obra de un ferrocarril. En un primer momento se pensó que la escultura había sido hecha entre los años 15.000 y 10.000 a. C. En los sesenta, la fecha fue revisada y se la dató entre los años 25.000 y 20.000 aC, y en los ochenta entre los 30.000 y los 25.000 aC. La Venus de Willendorf, de 11,1 cm de altura, fue esculpida en una piedra caliza que no pertenece a la región del hallazgo y está coloreada con ocre rojizo.

La imagen es la de una mujer obesa con un abdomen prominente que, sin embargo, no oculta sus genitales externos, que se encuentran muy visibles y detallados en su exterior, sin vello púbico. Una faja adiposa continúa el abdomen hacia la zona posterior. Las regiones glúteas no son exageradas sino más bien planas, contrariamente a otras Venus prehistóricas con nalgas prominentes y que Edouard Piette denominó esteatopígicas, en consonancia con las características de las tribus hotentotes de África.

Las mamas son redundantes, sin pezones, y los miembros superiores, muy atróficos, parecen descansar sobre las mamas. La cabeza descansa sobre un cuello casi inexistente y tiene como característica, común a otras Venus, que los rasgos faciales están ocultos.

Vista de perfil, la impresión es que mira hacia abajo y se pueden observar siete círculos presuntamente de pelo que rodean completamente la cabeza. Tienen mayor volumen hacia la nuca y semejan bucles o rizos. Los miembros inferiores son también gruesos, se aguzan hacia la parte inferior y los pies no están señalados, tal como ocurre con otras Venus similares. El ombligo se encuentra muy bien delineado en el centro del abdomen. Magnificadas, como en otras estatuas similares, las zonas del organismo vinculadas con la reproducción y con la crianza de niños, constituyendo en conjunto una serie de factores para un fallo eugénico positivo en la mente del hombre primitivo. (1-2) Si bien era ampliamente conocida, la Venus de Willendorf estuvo celosamente custodiada en una caja de seguridad hasta 1998. En ese año se mostró por primera vez al público en una exposición arqueológica en el palacio de Schönbrunn y, a partir de esa época , se encuentra en el Museo de Historia Natural de Viena. Para la Pediatría puede tratarse de la representación idealizada del sexo femenino con su capacidad de engendrar vida, subrayándose las cualidades que más favorecen a ese objetivo, como son las caderas anchas, que permitirían el crecimiento natural del producto embrionario; las grandes mamas, garantía de lactancia abundante, y el panículo adiposo redundante, como testimonio de reserva energética y seguro de supervivencia. Por la ausencia de pies, permiten suponer que la misma era un tipo de amuleto para llevar en la mano, ya que cabe muy cómodamente en la palma. Como Diosa de la Madre Tierra, se hace menos creíble al recordar que los hombres que la tallaron no eran agricultores, ya que la agricultura comienza en el 10.000 aC. en la Anatolia Central, en el Asia Menor y llegó miles de años después a la Europa central y septentrional.

La “Venus” nos debe hacer reflexionar, asimismo, sobre el papel de la mujer en las sociedades nómades primitivas, cazadoras-recolectoras, en donde las actividades fundamentales para la sobrevida estaban a cargo del hombre, en tanto la mujer mantenía el hogar. Muchos países y culturas poseen sus propias Venus y en Venezuela se encuentra la Venus de Tacarigua (5)

Venus de Tacarigua: figura simbólica antropomorfa en barro, elaborada por antiguos habitantes de la cuenca del lago de Tacarigua, período prehispánico, entre 1000 y 1500 años dC. Pertenece a la serie arqueológica valencioide.
Venus de Tacarigua: figura simbólica antropomorfa en barro, elaborada por antiguos habitantes de la cuenca del lago de Tacarigua, período prehispánico, entre 1000 y 1500 años dC. Pertenece a la serie arqueológica valencioide.

REFERENCIAS

  1. MacCURDY G. Some recent palelithic discoveries. American Archeologist 10:643, 1908
  2. RICE PC. Prehistoric Venuses: Symbols of Motherhood ro W↑ Eduardo
  3. Ripoll Perelló. Historia del arte (Nº 3: El arte paleolítico):. 98. Madrid: Historia 16, 1989. ISBN 84-7679-157-7 oomanhood. J.Anthopological res. 37:402, 1982
  4. Brézillon Michel (1969). Dictionnaire de la Prèhistoire. Librairie Larousse, París. ISBN 2-03-075437-4 : 140
  5. Krivoy A. Evolución en el manejo de las craneoestenosis. Colección Razetti VII.2009.Edit Ateproca. Caracas, 467-516