El Estado Zulia en la medicina nacional: Personajes, instituciones y sucesos pioneros

MgSc. Édixon Ochoa

Médico Cirujano (LUZ), Magíster Scientiarium en Historia de Venezuela (LUZ), Magíster en Ciencias: Mención Orientación en Sexología (CIPPSV), Profesor Asistente de la Facultad de Medicina (LUZ), Coordinador de la Cátedra de Historia de la Medicina (LUZ), Individuo de Número de la Academia de Historia del estado Zulia (Sillón XXV) Vicepresidente del Centro Zuliano de Historia de la Medicina. Correo:edixon.ochoa2000@gmail.com

Recibido Octubre 20, 2014

INTRODUCCIÓN

La historiografía moderna debe tener por objetivo fundamental examinar e interpretar los procesos socioeconómicos, políticos y culturales venezolanos, tomando en cuenta las especificidades locales y regionales de la territorialidad nacional, y no solamente lo ocurrido en Caracas y su entorno sociopolítico (1). Dentro de estos procesos se incluye la historia de la Medicina, y al respecto conviene citar al insigne Dr. Luis Razetti, quien afirmó en una oportunidad lo siguiente:

En la evolución de la Medicina nacional, la Escuela Médica del Zulia desempeñó un papel de primer orden: basta recordar que tuvo maestros, entre otros un Esteva que muy bien pudiéramos llamar el Trousseau venezolano, a un Dagnino, espíritu superior, alma y carácter de senador romano que enseñó la medicina con sabiduría; y a un Bustamante, cirujano eminente, creador de la Cirugía Abdominal en Venezuela (2).

Naturalmente, una afirmación como ésta no debe pasar inadvertida, considerando que fue hecha por un distinguido galeno venezolano cuya actividad se concentró en la región capital. Desafortunadamente, la historiografía nacional pareciera no conferirle a la Medicina zuliana el espacio que le corresponde dentro del proceso histórico nacional, contraviniendo los planteamientos metodológicos esgrimidos desde la década de 1980 para un nuevo enfoque historiográfico que no se sustentara únicamente “en el protagonismo de las altas capas urbanas de la región norcentral del país” (1). De allí que el objetivo de este trabajo es enfatizar la participación del Zulia en la Medicina nacional, expresada en los personajes, instituciones y sucesos que fijaron los hitos del progreso médico en Venezuela.

Los hitos pioneros: Reseña cronológica

El 26 de julio de 1608, una vez concedida la licencia fechada en 18 de julio por el Obispo de Venezuela, Fray Antonio de Alcega, los esposos Francisco Ortiz e Inés del Basto fundan en Maracaibo el Hospital de Santa Ana, el cual cambió sucesivamente su denominación a Hospital de Caridad (1800), Casa de Beneficencia y Hospital Anexo (1865) y Hospital Central “Dr. Urquinaona” (1944). Es la institución hospitalaria más antigua del estado Zulia, de Venezuela y de Latinoamérica, aún en funcionamiento y en su sede original (3)

En 1837 acontece una epidemia de fiebre amarilla en la costa occidental del Lago de Maracaibo, concretamente en Punta de Palmas, que diezmó a casi todos los inmigrantes allí residentes, quienes habían fundado el primer aserradero a vapor de la región. La enfermedad, hasta entonces conocida como fiebre de aclimatación, fue identificada por el Dr. José María Valbuena, quien logró controlarla mediante el empleo de la quinina.

Comenzó a emplearla en 1852 para tratar los cuadros febriles de origen infeccioso, sustituyendo así a las sangrías, las dietas y los purgantes. Este destacado médico zuliano fue quien describió la fiebre amarilla de manera absoluta y por primera vez en Venezuela, y fue, además, el primero en emplear la quinina como tratamiento en nuestro país (3-4) En 1847 es introducida la anestesia en Venezuela por el Dr. Blas Valbuena, al emplear por vez primera el éter como anestésico general en nuestra región, dos años antes de que el Dr. Eliseo Acosta empleara la anestesia con cloroformo en Caracas (1849), y un año después de haberse empleado, por primera vez en el mundo, en el Hospital General de Massachusetts (1846). Además, fue el primero en hacerlo en Latinoamérica junto al Dr. José Luna Arbizú, médico centroamericano. Apenas seis años después, en 1853, el Dr. Joaquín Esteva Parra empleará el cloroformo como anestésico para la amputación de la pierna de un paciente (3-4)

El 1 de septiembre de 1854, el Dr. Joaquín Esteva Parra se encarga de la Cátedra de Anatomía y funda, junto al Dr. Ausencio María Peña, el Anfiteatro Anatómico. En 1855 instala la Cátedra de Anatomía Descriptiva y Fisiología, en 1858 funda el Laboratorio para la Cátedra de Química y Farmacia, instalada ese mismo año, y el 15 de septiembre de 1869, dos años después de su retorno a Maracaibo, establece la Cátedra de Anatomía Histológica. Todas estas iniciativas convierten a Esteva Parra en el Fundador de la Medicina Experimental en Venezuela (3 -7)

Lo anterior ocurrió muchos años antes de que el Dr. José Gregorio Hernández, tras formarse en París con el auspicio del gobierno nacional entre 1889 y 1891, asumiera en noviembre de 1891 la conducción tanto del Laboratorio de Fisiología Experimental y Bacteriología como de las cátedras de Histología Normal y Patológica, Fisiología Experimental y Bacteriología, todas ellas establecidas por decreto ejecutivo en la Universidad Central de Venezuela (8). Cabe señalar al respecto que Hernández no fue el único de su generación en formarse en el exterior, pues otro tanto ya habían hecho, además de Esteva Parra (1859 – 1867), los médicos zulianos Francisco Eugenio Bustamante (1865 – 1868) y Rafael López Baralt (1875 – 1880), quienes también cursaron estudios de especialización médica en Europa (4).

En febrero de 1857 llegó a Maracaibo el Dr. Charles Carron du Villards, prestigioso médico y cirujano oftalmólogo, ginecólogo y obstetra francés. Durante los cuatro meses que permaneció en nuestra ciudad, Carron du Villards ejerció la Medicina e introdujo importantes innovaciones quirúrgicas, entre ellas la operación de talla prerrectal de Nélaton que realizó al Pbro. Miguel Antonio Castro. Fue la primera vez que se ejecutó en Venezuela la mencionada técnica quirúrgica, siendo ésta la hazaña precursora de la Proctología en el país (4).

En 1867, tras su regreso de Europa, el Dr. Joaquín Esteva Parra trajo consigo el primer laringoscopio, practicó el cateterismo de la Trompa de Eustaquio, introdujo el amigdalotomo y ejecutó con él la primera amigdalotomía, y efectuó varias intervenciones en casos de laringitis. Obras éstas que se suman a sus valiosos aportes antes referidos y, además, lo califican como el Precursor de la Otorrinolaringología en Venezuela (4,5,7,9,10)

En 1873, el Dr. Manuel Dagnino publica De la Fiebre Amarilla. Ensayo práctico sobre esta Enfermedad observada en Maracaibo en la República de Venezuela, primer tratado realizado sobre la fiebre amarilla en Venezuela, lo cual distingue a Dagnino como el precursor de la Virología y pionero en el estudio de las arbovirosis en el país (3). Este último es un mérito que comparte con el franco – venezolano Dr. Louis Daniel Beauperthuy, primero en nuestra nación y en el mundo en demostrar el papel del mosquito como transmisor de aquella enfermedad (11).

El 31 de agosto de 1874, el Dr. Francisco Eugenio Bustamante practica en Maracaibo la primera ovariotomía realizada en el país. La “barbaridad quirúrgica”, como la llamara el Dr. Ángel Martínez Sanz, presente al momento de la operación y opuesto a su práctica, consagró a Bustamante como el Fundador de la Cirugía Abdominal en Venezuela (12).

La primera publicación periódica de tipo médica en Venezuela fue La Beneficencia. Fundada en 1874, constituía el boletín de la Casa de Beneficencia de Maracaibo (actual Hospital Central “Dr. Urquinaona”). Esto convierte a dicha publicación en la Decana de la Prensa Médica Nacional, aun cuando sólo circuló en aquel año para luego reaparecer el 31 de enero de 1883. Todo esto ocurre muchos años antes de la creación de la Gaceta Médica de Caracas, el 15 de abril de 1893 (4, 11)

El 20 de septiembre de 1877 se funda e instala la Sociedad Médico – Quirúrgica de Maracaibo, con sede en la Casa de Beneficencia y bajo la presidencia del Dr. Ángel Martínez Sanz. Aunque efímera en su duración, no sólo fue el primer antecedente de la Academia de Medicina del Zulia, muy anterior a la Sociedad Médico – Quirúrgica de Zulia (establecida en 1917 y restablecida en 1925), sino que también es la institución de su género más antigua de Venezuela, por cuanto la Sociedad de Médicos y Cirujanos de Caracas fue fundada el 13 de marzo de 1893 (11,13).

El 1 de enero de 1884 fue fundado el Anfiteatro Anatómico del Hospital “Nuestra Señora de Chiquinquirá” por el Dr. Rafael López Baralt. El mismo sirvió como centro de enseñanza e investigaciones sobre Fisiología, Anatomía, Estudios de Laboratorio, Medicina Legal y Medicina Operatoria. En dicho anfiteatro existía, desde aquel año, un Microscopio Binocular de Nachet, mucho antes de que José Gregorio Hernández introdujera el Microscopio de Zeiss en 1891, tras su regreso de Francia (4,5,8,9,10). De allí que Maracaibo sea, además, la Cuna de la Microscopia en Venezuela.

La primera sala dedicada al estudio de la Anatomía Patológica en Venezuela fue el Anfiteatro Anatómico de la Casa de Beneficencia. Fundado el 10 de agosto de 1884, sirvió como lugar de exhibición para 12 magníficas piezas anatómicas, de las cuales destacaron: la Nº 8, una preparación del corazón y grandes vasos; la Nº 9, correspondiente al árbol respiratorio; y la Nº 10, una preparación del cerebro y del cordón espinal (4,9) También en 1884, el Dr. Simón Montiel Pulgar introduce por primera vez la antipirina, los sueros antidiftérico y antitetánico, y la adrenalina tópica, esta última para extraer un pólipo nasal. Una innovación en la farmacoterapia médica, especialmente en la inmunoterapia (14)

El 10 de mayo de 1894, por decreto ejecutivo del Presidente del estado Zulia, Ing., Dr. y Gral. Jesús Muñoz Tébar, se crea la “Clínica de Medicina y Cirugía en los hospitales de la ciudad, con asiento principal en el Anfiteatro Anatómico del Hospital Chiquinquirá”. Luego, según decreto suscrito por el Dr. Alejandro Andrade, entonces Secretario General del estado Zulia, el Dr. Manuel Dagnino es designado profesor de la cátedra, la instala solemnemente el 5 de julio de 1894, y la imparte hasta el 27 de mayo de 1895, cuando se ausenta del país por motivos de salud. Se encarga entonces de la cátedra el Dr. Francisco Eugenio Bustamante, quien la trasladó a la Casa de Beneficencia y Hospital Anexo el 1 de junio de 1895. Una vez de vuelta en el país, el 30 de noviembre de 1895, Dagnino reasume la cátedra y la reinstala en el Hospital Chiquinquirá, en tanto que Bustamante crea la Cátedra Libre de Clínica, que funcionó desde enero de 1896 en la Casa de Beneficencia. En 1897, desempeñándose como Rector de la Universidad del Zulia, Bustamante divide la cátedra en Clínica Médica y Clínica Quirúrgica, las cuales fueron regentadas por los Dres. Adolfo D’ Empaire y Antonio Acosta Medina (15)

Con esta narración queda demostrado que el Dr. Manuel Dagnino fue el iniciador de la enseñanza práctica de la Medicina en Venezuela, pues nuestra Cátedra de Clínica de Medicina y Cirugía fue fundada un año antes de ser creada su homóloga en el Hospital Vargas de Caracas, el 6 de marzo de 1895, por iniciativa de los Dres. Luis Razetti y Francisco Antonio Rísquez, y dirigida por Santos Dominici (16).

En septiembre de 1896, por decreto del entonces presidente del estado Zulia, Dr. Alejandro Andrade, y por iniciativa conjunta de los Dres. Rafael López Baralt y Manuel Dagnino, fue creado el Instituto Bacteriológico de Maracaibo, con sede en el antes referido Anfiteatro Anatómico del Hospital “Nuestra Señora de Chiquinquirá”. Cuatro meses después, en enero de 1897, y tras una incursión en Bogotá para estudiar su fabricación, López Baralt informó la exitosa preparación del suero antileproso de Carrasquilla, lo cual derivó en la recomendación de transformar el antes mencionado Instituto Bacteriológico de Maracaibo en Instituto Pasteur de Maracaibo, hecho oficializado el 6 de febrero de 1897 (3,9,10). El aporte científico de López Baralt, acontecido muchas décadas antes de que el Dr. Jacinto Convit introdujera la moderna farmacoterapia y la vacuna antileprosa, lo convierte en el Pionero de la Inmunoterapia Antileprosa en Venezuela.

En 1897, se estableció mediante el Código de Instrucción Pública la obligatoriedad de la presentación de una tesis doctoral para la obtención del título de Doctor en Medicina. Es así como el 9 de diciembre de 1897, José Encarnación Serrano presenta en la Universidad del Zulia su tesis titulada Estudio médico sobre el aborto, y egresa en aquél año como Doctor en Medicina. Seguidamente, otras 11 tesis fueron presentadas en nuestra universidad entre 1897 y 1898, todo esto antes de que Carlos Manuel Velázquez presentara en 1900 su tesis doctoral en la Universidad Central de Venezuela. De manera que Estudio médico sobre el aborto fue la primera Tesis Doctoral de Medicina presentada en Venezuela (9,16).

De las 11 tesis antes citadas, la undécima correspondió en realidad a un trabajo denominado Historia de la Medicina en el Zulia, escrito por Juan Crisóstomo Tinoco en coautoría con Antonio María Delgado para el concurso auspiciado el 4 de octubre de 1895 por el Dr. Francisco Eugenio Bustamante, Rector de la Universidad del Zulia, con miras a “(…) dar bases á la Comisión nombrada en Caracas por la Sociedad de Médicos y Cirujanos, para escribir la Historia de la Medicina en Venezuela (…)”. Este concurso, comprendido entre el 7 de octubre de 1895 y el 15 de enero de 1896, tuvo como ganador del primer premio al trabajo antes citado, según veredicto fechado en 2 de febrero de 1896, y suscrito por los miembros del jurado, a saber: los Dres. Joaquín Esteva Parra, Francisco Suárez, Rafael López Baralt y Guillermo Quintero Luzardo. Dicho trabajo fue inmediatamente publicado, con prólogo de Marcial Hernández, y le valió a Tinoco para doctorarse en Medicina. De esto se desprende que ésta fue la primera publicación hecha sobre la Historia de la Medicina en Venezuela (3,5,9).

En 1907, el Dr. Simón Montiel Pulgar diagnosticó clínica y bacteriológicamente el primer caso de actinomicosis profunda en Venezuela. Éste fue confirmado por el Prof. Deschiens, Ingeniero – Químico del Instituto Pasteur de París, en oficio dirigido a Montiel Pulgar el 9 de marzo de 1907 (14) El 3 de enero de 1911, el Dr. Ramón Soto González practica en la Casa de Beneficencia y Hospital Anexo de Maracaibo la primera apendicectomía realizada en Venezuela. Un año después, en 1912, efectuó una apendicectomía en frío. Debido a éstas, y otras intervenciones quirúrgicas realizadas por vez primera en Maracaibo, el Dr. Adolfo D’ Empaire expresó que Soto González “marcó época en el desarrollo de la cirugía nacional” (10).

El 20 de octubre de 1923, el Dr. Adolfo D’ Empaire practica en Maracaibo la primera colecistectomía por perforación de vesícula biliar debido a salmonelosis. El hecho, inédito en Venezuela, fue conocido por la Academia Nacional de Medicina y, además, altamente elogiado por el Dr. Luis Razetti (10) En 1925, tras culminar sus estudios de especialización en Francia, el Dr. Heberto Cuenca regresa a Maracaibo, trayendo consigo e instalando en su consultorio de la Calle Obispo Lasso el primer electrocardiógrafo conocido en nuestro país, empleándolo en 1934 para diagnosticar el infarto miocárdico. Además, presentó en el V Congreso Venezolano de Medicina (1926) el primer trabajo de investigación cardiológica denominado Nota preliminar sobre la electrocardiografía en Venezuela y, posteriormente, publicó entre 1927 y 1931, tanto en la Revista de la Sociedad Médico – Quirúrgica del Zulia como en otras revistas los trabajos siguientes: Nota sobre un caso de angina de pecho de origen miocárdico, Nota sobre un caso de endocarditis bacteriana de origen amigdaliano, Nota sobre un caso de comunicación interventricular con estrechez pulmonar, Infarto del miocardio: presentación de tres casos con disociación aurículo – ventricular, Tratamiento de la insuficiencia cardíaca y La forma cardíaca de la Enfermedad de Chagas. También presentó en la Cruz Roja de Caracas la conferencia Corazón y deportes (1932), y fundó en 1935 Archivos médicos venezolanos de Cardiología y Hematología, primera revista cardiológica nacional. Por todo esto, Cuenca fue el Fundador de la Cardiología en Venezuela (17).

El 28 de octubre de 1929, el Dr. José Otilio Mármol, pionero de la Radiología en el occidente del país al instalar en 1899 el primer aparato de Rayos X en Maracaibo, practicó la primera histerosalpingografía en Venezuela. El acontecimiento fue publicado por el propio Mármol en la Revista de la Sociedad Médico – Quirúrgica del Zulia, y le valió la calificación de Fundador de la Radiología Ginecológica en Venezuela (3,10) El 11 de mayo de 1940, se instaló solemnemente en el Hospital Psiquiátrico de Maracaibo una convención médica convocada por la Sociedad Médico – Quirúrgica del Zulia, la cual contó con la asistencia de 113 médicos y más de 600 representantes legales, procedentes de todo el país. Esta convención médica trajo como resultado dos importantes logros: la elaboración del Proyecto de Ley del Ejercicio de la Medicina, y la creación de los Colegios de Médicos con sus tribunales disciplinarios, creándose el Colegio de Médicos del estado Zulia el 17 de agosto de 1941. A partir de estas conquistas, la Sociedad Médico–Quirúrgica del Zulia impulsó la creación de la Federación Médica Venezolana, culminada el 24 de agosto de 1945. Por lo tanto, Maracaibo es también la cuna del movimiento gremial médico en Venezuela (9,13)

En 1945, durante su breve estancia en el Hospital Psiquiátrico de Maracaibo tras retornar de Alemania y revalidar en Caracas su título de médico, el Dr. Humberto Fernández – Morán efectuó las primeras 25 leucotomías transorbitarias con control radiográfico y bloqueo reversible de la región frontal. Más adelante, en 1955, patentó el bisturí de diamante, y en 1962 desarrolla el microscopio electrónico de lentes superconductoras. Fue nuestro brillante científico universal, bien llamado “El Cajal Venezolano”, el gran innovador tanto de la Medicina, la Biología Celular y Molecular, la Microscopia Electrónica y la Biofísica, como también de la Física Nuclear, la Criogénica, la Física Óptica y la Crioelectromicroscopia (18).

El 4 de diciembre de 1959, es fundado en Maracaibo el Instituto de Investigaciones Clínicas Dr. Américo Negrette (IIC), que nació en un principio como Departamento y, posteriormente, fue elevado a las categorías de Centro en 1963, e Instituto desde el 24 de septiembre de 1965. Esta institución ha sido adalid de trascendentales aportes a la vanguardia nacional de las ciencias biomédicas, tales como:

  1. La primera publicación en Venezuela sobre el empleo del ácido fólico como suplemento en las gestantes para la profilaxis de las fetopatías por defectos del tubo neural, fruto del trabajo de la Dra. María Diez de Ewald en alianza con los Dres. Rafael Molina Vílchez y Gerardo Fernández (19).
  2. Las investigaciones pioneras sobre la Corea de Huntington (1955) y el aislamiento del gen involucrado en la misma, obra del Dr. Américo Negrette, que contó con la cooperación de la Dra. Nancy Wesler y su equipo de trabajo (19)
  3. Los estudios de detección, vigilancia y control epidemiológico sobre mononucleosis infecciosa (1955), encefalitis equina venezolana (1959) y dengue. Con ello, iniciaron formalmente los estudios de Virología en nuestro país, encabezados por el Dr. Américo Negrette y continuados por la Dra. Slavia Ryder (19).
  4. La identificación del rotavirus como principal agente causante de enfermedad diarreica aguda en lactantes y preescolares de nuestro país (1984 – 1987), producto de las investigaciones de los Dres. Hugo Machado Paz y Armando Soto Escalona, y los Ldos. Hugo Hernández y Linda Blitz (19)
  5. La concepción de la antibioterapia contra enfermedades virales a partir del empleo de tetraciclinas, también obra del Dr. Américo Negrette (19).
  6. Los estudios sobre las bases etiopatogénicas y fisiopatogénicas de la glomerulonefrits aguda postestreptocóccica, realizados por el equipo de la Sección de Inmunología y Biología Celular de este instituto, constituido por los Dres. Jesús Mosquera, Maritza Romero, Adriana Pedreáñez y Ninoska Viera, y los Magísteres Jaimar Rincón y Juan Pablo Hernández, de manera conjunta con el Dr. Bernardo Rodríguez Iturbe (3,19).
  7. La publicación en la Revista Kasmera del trabajo de investigación Legionella pneumophila: ¿un patógeno emergente en el estado Zulia, Venezuela? Mini-revisión (2010), obra de la Dra. Nereida Valero y del MgSc. Ányelo Durán. Investigación ésta que hace referencia a la detección en nuestro estado del microorganismo causante de la legionelosis, a partir de 2008, de manera que los zulianos también fuimos los primeros en demostrar la presencia de Legionella pneumophila en Venezuela (20).

El 28 de agosto de 1967, se llevó a cabo en Maracaibo el primer trasplante renal en Venezuela. Fue el Dr. Bernardo Rodríguez Iturbe quien, al frente del notable equipo de la Unidad de Diálisis del Hospital Universitario de Maracaibo, conformado por los Dres. Rafael García, Humberto Rivera, Helman Serrano, Guillermo Vera Rodríguez, Enrique Parra Bernal, Alfonso Rodríguez y la enfermera Katty Shwing, acometió la histórica proeza y, al año siguiente, el 4 de mayo de 1968, efectuó el primer trasplante doble de riñones en Venezuela y segundo en el mundo. Hazaña aun mayor que le mereció a Maracaibo el título de Capital Científica de Venezuela (3).

Exactamente 12 años, un mes y dos días después, el 2 de octubre de 1989, se efectúa en Maracaibo el primer trasplante hepático en Venezuela, ejecutado por el Dr. Dilmo Hinestroza como jefe de otro brillante equipo médico del Hospital Universitario de Maracaibo, constituido por los Dres. Enrique Ferrer, Wajib Saab, Braulio Ríos, Bayron Castro, José Alberto Morales y Víctor Aranda. Estos tres últimos sucesos médicos convirtieron a Maracaibo en la ciudad pionera de los trasplantes en Venezuela, y a los Dres. Rodríguez Iturbe e Hinestroza en los iniciadores de la trasplantación como terapéutica quirúrgica en el país (3)

CONCLUSIONES

La escuela médica zuliana ha sido cantera de meritorios profesionales que han enaltecido al Zulia, sobresaliendo también en Venezuela y en el mundo, inclusive. Asimismo, los galenos zulianos han sido adalides de elevadas iniciativas que, bajo la forma de prácticas médicas, quirúrgicas, terapéuticas, experimentales y metodológicas, ejecutadas al amparo de instituciones asistenciales, docentes y de investigación especialmente concebidas para ello, determinaron y fomentaron la vertiginosa y radiante evolución de la Medicina Nacional en más de un siglo.

REFERENCIAS

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