Médico Gineco Obstetra. Miembro Titular de la SVOG. Miembro Correspondiente de la Academia Nacional de Medicina. Conferencia en el X Congreso Venezolano de Historia de la Medicina. Correo omairamendez@yahoo.com
Recibido Nov. 10, 2014
Tengo el honor de dirigirme a ustedes en la ocasión de conmemorarse el X Congreso Venezolano de Historia de la Medicina “Nora Bustamante Luciani¨, el cual coincide con la celebración del 70 Aniversario de la Sociedad Venezolana de Historia de la Medicina. Gracias al Dr. Andrés Soyano López y demás miembros de la Junta Directiva de la Sociedad, por ésta invitación, que me permitirá transmitirles los aspectos más relevantes de la historia del Centro Clínico de Maternidad “Leopoldo Aguerrevere”.
El día 29 de Julio de 1967, fecha recordada por muchos por el cruento terremoto que azotó a Caracas y el Litoral Central, fue también el día en que los doctores Rafael Delgado Rovatti, Henry Wallis Cellis, José Ramón Pittaluga, Juan de Dios Rivero Arocha y Luis Contramaestre, quienes trabajaban en la reconocida Maternidad Policlínica Caracas. Todos ellos decidieron con mucha fe en el futuro, guiar sus esfuerzos enmarcados hacia nuevos horizontes, con claros y profundos propósitos, en un principal y gran objetivo: la creación de una clínica propia, especializada, moderna y privada, dotada de todos los servicios necesarios para ofrecer una medicina de alta calidad utilizando los recursos tecnológicos del momento. De inmediato, se dedicaron a la tarea de establecer contacto con otros profesionales de diferentes especialidades médicas, quienes serían los veintiocho fundadores: doce Gineco-Obstetras, siete Pediatras, seis Anestesiólogos, un Patólogo, un Internista y un Bionalista, todos dispuestos a trabajar unidos y en concordia. Veintisiete hombres y la única mujer, quién les habla, sellamos nuestro futuro por un nuevo logro en el camino como profesionales en el campo de la medicina.
El siguiente paso se dio, al crear la compañía denominada Materno Infantil CA, usando las siglas MATINCA, un 16 de Agosto de 1968; empresa privada, autónoma, técnica, actualizada, funcional y financiera, cuyo objetivo era y es ofrecer servicios de salud de óptima calidad. Ese mismo día, se decidió en la primera asamblea y por unanimidad el nombre de nuestro epónimo, “Leopoldo Aguerrevere”, destacado médico nacido en 1892 en nuestra capital, pionero en el campo de la Obstetricia, quién dividió su labor profesional entre el ejercicio de su carrera, la docencia y la investigación, dejando publicaciones en Obstetricia, Pediatría y Puericultura, además de desarrollar legislación para la protección Materno Infantil. Fue primer Presidente de la Sociedad de Obstetricia y Ginecología del país, fundador y primer Director de la Maternidad Concepción Palacios e Individuo de Número de la Academia Nacional de Medicina.
Logró traspasar las fronteras de nuestra patria, al formar parte de las Sociedades de Obstetricia y Ginecología de Argentina y Uruguay. Falleció en Caracas la ciudad que lo vio nacer, a los 70 años de edad. Podemos decir con profundo orgullo, que acertamos en el nombramiento. De inmediato se continuó el trabajo en la búsqueda de empresarios solventes para la culminación del proyecto, al igual que un equipo en el área de diseño y ejecución de la edificación del Centro Clínico de Maternidad “Leopoldo Aguerrevere”. Así contamos con el trabajo decidido del Asesor Financiero Dr. Manuel Delgado Rovatti y el proyecto del edificio estuvo a cargo del Arquitecto Carlos Pons y su equipo de profesionales expertos en la construcción de edificios médico-asistenciales, logrando tecnología de punta para la época, con lineamientos innovadores en diseño y visión de futuro. El lugar seleccionado para la edificación estaba ubicado en lo alto de la urbanización Parque Humboldt, en un terreno cimentado bajo roca, garantizando la estabilidad de la misma. Cumpliéndose con todas las exigencias y normativas urbanas, se inició su construcción para el desarrollo del proyecto anhelado.
A pesar que en catorce meses se concluyó la obra, fue cuatro años después que se inauguró el centro clínico, tiempo de arduo trabajo, empleando fortalezas y virtudes, aplicando conocimientos, experiencias y respetando los valores y capacidades de cada quién, conducta que nos permitió superar los obstáculos que aparecían en el camino. El 16 de Julio de 1972 llegó el ansiado día de la inauguración, gracias a la iniciativa y visión futurista de profesionales multidisciplinarios de la medicina, con experiencias clínicas y prácticas obtenidas a través de los años. Al día siguiente en horas de la mañana, la institución abrió sus puertas, para ofrecer los servicios de salud en el área Materno Infantil, diagnóstico, tratamiento y prevención con responsabilidad social institucional.
Para esos momentos el Centro Clínico contaba con las siguientes dependencias:
En el sótano funcionaba el depósito de medicamentos y material médico quirúrgico, de lencería y mantenimiento. Así mismo, se utilizaba este espacio para realizar actividades festivas dirigidas al personal médico-asistencial y sus familias. Y la Capilla, tan necesaria para momentos de paz y oración, se encontraba en el PH. Los servicios ofrecidos eran: Laboratorio Materno Infantil, Rayos X, Anatomía Patológica, Ecosonografía, Gineco-logía, Obstetricia, Cirugía Materno-Infantil, Cuidados Intensivos y Terapia Neonatal las 24 horas del día, Anestesiología, Medicina Interna y una Unidad de Transfusión. En la medida que pasaban los años y la población aumentaba, la cantidad de pacientes también crecía y las necesidades de atención se ampliaban a otras áreas, por lo que se consideró relevante la apertura de otros servicios. Así, en la década de los noventa se da inicio a la Cirugía Oncológica de la Mujer y al Servicio de Atención Pediátrica Permanente, a la vez que se comienza a desarrollar el proyecto “Cambio de Misión”, con una visión integral de la Medicina que abarcara no solo el binomio madre-hijo, sino el conjunto Mujer-Familia.
Para fines de la década de los 2000 se consideró consolidado el proyecto, ofreciendo nuevas Unidades de Atención:
Ambulatorio
Banco de Sangre
Cuidados Intermedios para niños y adultos
Endoscopia
Emergencia de Adultos Emergencia Neonatal y Pediátrica
Imagenología
Laboratorio de Anatomía Patológica
Laboratorio de Emergencia con 24 horas de atención
Terapia Respiratoria- Telemetría
Terapia Intensiva de Adultos
Terapia Intensiva Pediátrica y Neonatal
Quirófanos Inteligentes
Área ambulatoria para aplicación de Quimioterapia
Unidad de preparación de medicamentos (pacientes hospitalizados o ambulatorios)
Tuvimos que extendernos por las variables espacio y crecimiento, encontrando hoy en día dependencias del centro clínico en 2 anexos. El primer anexo Centro Comercial Terras Plaza, donde se ubican: Consultorios, el Laboratorio Aguerrelab, Fisioaguerrevere, Unidad de Rehabilitación, Aguerre Imágenes: Densitometría ósea, RX, y el Laboratorio de Análisis de Movimiento. El segundo anexo corresponde a la quinta Marion, vecina al centro clínico, adquirida, remodelada e incorporada al patrimonio de la institución. Allí se encuentran las oficinas del Departamento de Historias Médicas y la correspondiente a la Sociedad Médica “Dr. Eleazar Pico Espina”, así como también el Salón de Usos Múltiples “Dr. Francisco Pancho Carrera”.
Como ya se ha mencionado, en 1972 iniciamos el trabajo en el Centro Clínico de Maternidad “Leopoldo Aguerrevere” veintiocho profesionales de la salud, hoy, ya somos ciento cincuenta y dos, con diferentes especialidades como resultado del cambio de misión: Clínica de la Mujer y la Familia, brindando así atención directa, individualizada, efectiva y de calidad. En nuestras dependencias además de médicos Gineco- Obstetras y Pediatras, es fácil encontrar Anestesiólogos, Alergólogos, Inmunólogos, Cardiólogos, Cirujanos en diferentes disciplinas, Dermatólogos, Endocrinólogos, Fisiatras, Gastroenterólogos, Hematólogos, Internistas, Neurocirujanos, Oncólogos, Oftalmólogos, Otorrinolaringólogos, Patólogos, Terapistas, Traumatólogos, Radiólogos, Urólogos, Odontólogos y Nutricionistas, entre otros, que logran con el paso de los días su renovación y actualización académica.
Es importante destacar que en nuestra institución laboran no solamente los médicos accionistas, sino también están los médicos honorarios, los médicos de cortesía y los médicos residentes. En lo que se refiere a pacientes, hoy día recibimos a todos los miembros de la familia, en todas sus edades y sexos. Desde los inicios del Centro Clínico de Maternidad “Leopoldo Aguerrevere” al presente año, ha recibido 124.990 ingresos, de los cuales 68.838 han sido por nacimientos, bien por partos naturales o cesáreas. Los 56.628 restantes se ubican en abortos, intervenciones no obstétricas e ingresos por otros servicios.
No podría concluir sin destacar, nuestra nueva adquisición, el ascensor de uso exclusivo para planta baja, mezzanina y piso 1 (área de atención pediátrica), creando así confort a la mujer y a la familia. Asimismo, nos hemos planteado nuevos objetivos a mediano plazo, como lo constituye el crear la Unidad de Cardiología No Invasiva en el piso 4 y también anexar al Laboratorio Aguerrelab los estudios de Biología Molecular, en la búsqueda de aumentar la calidad en los diagnósticos a realizar. De igual manera, siento la imperiosa necesidad de agradecer al personal médico su vocación de servicio, eficiencia, responsabilidad, profesionalismo, ética y calidez humana. Al personal de enfermería, especializado e idóneo con real capacidad de atención al paciente y a nuestro personal administrativo y obrero siempre apto, colaborador, respetuoso y atento. Todos ellos con solidarios sentimientos hacia la institución. Nosotros hemos hecho posible la materialización de un sueño que se inició en la sexta década del siglo pasado y ha funcionado de manera ininterrumpida hasta hoy. Permítanme reconocer que estas palabras están impregnadas de vivencias, recuerdos y enseñanzas, sobretodo de mis compañeros fundadores y pioneros. Puedo concluir que nuestro Centro Clínico de Maternidad “Leopoldo Aguerrevere” tiene alto prestigio y credibilidad nacional, por lo que nos sentimos orgullosos del deber cumplido, esperando que las nuevas generaciones continúen la tarea en los años por venir.