(Dirección Científica: Susana María Ramírez Martín. Barcelona: GeoPlaneta, 2021)
Después de una intensa campaña de vacunación, la Organizacion Mundial de la Salud (OMS) declaró en 1980 la erradicación de la viruela. La vacunación antivariólica tiene sus orígenes en los trabajos del médico inglés Edward Jenner, publicados en 1798. La vacuna antivariólica llegó a España en 1800, y en 1803 el Rey Carlos IV patrocinó la expedición que, bajo la dirección de Francisco Javier de Balmis, llevó la vacuna a la América Hispana.
Los pormenores de la Real Expedición Filantrópica de la Vacuna, o Expedición de Balmis, han sido narrados en muchas oportunidades. Pero este libro es muy diferente porque cubre, no solo los detalles de la expedición, sino también las motivaciones para su organización, sus antecedentes, contexto histórico, y detalles de la vida de Balmis. La obra, promovida por el Consejo Superior de Investigaciones Científicas y el Ministerio de Ciencia e Innovación de España, es un magnífico libro de mesa, con 341 páginas, extensamente ilustrada. La Directora Científica, Susana María Ramírez Martín, es bien conocida por su extensa obra sobre Balmis. El libro consta de 22 artículos escritos por especialistas en diferentes disciplinas, incluyendo sociología, antropología e historia.
El primer artículo, escrito por Susana Ramírez Martín, es una muy útil introducción para aquellos que no están familiarizados con la expedición. Describe como en 1803 la fragata Maria Pita zarpó del puerto gallego de A Coruña, con una pequeña tripulación comandada por Balmis, y con los primeros 22 niños expósitos que transportaron la vacuna en sus brazos. Después de una parada en la isla de Tenerife, la expedición cruzó el océano Atlántico, para llevar la vacuna a Puerto Rico, Venezuela, Cuba y México. Luego la expedición regresa a España vía el océano Pacifico, vacunado en Manila y Macao, llegando a Madrid en 1806. En mayo de 1804, cuando la expedición se encontraba en Caracas, parte de esta se separó, y bajo la dirección de José Salvany continuó llevando la vacuna a varios países de la América del Sur, culminando su empresa en 1810 con la muerte de Salvany en Bolivia.
Los siguientes seis capítulos del libro discuten el contexto histórico dentro del cual se llevó a cabo la expedición, que coincidió con un periodo caracterizado por el comienzo de los movimientos revolucionarios que, pocos años más tarde, resultarían en la independencia de España de sus colonias en América. También se describe la situación de las inclusas (orfanatos) en España a principios del siglo 19, proporcionando el contexto para entender porque la vacuna fue transportada alrededor del mundo en los brazos de niños huérfanos o abandonados. Se discute el valor dado a la salud en el siglo 18 y el impacto de la viruela en la sociedad; así como la percepción de los aborígenes americanos ante esta enfermedad. El último capítulo de esta sección presenta un detallado análisis de cómo fue recibido el descubrimiento de Jenner en España, lo cual proporcionó la confianza y experiencia para iniciar la gran aventura de la expedición.
En la segunda sección del libro, sus cinco capítulos no discuten la expedición en sí, sino diferentes facetas de su director. Se describe el perfil de Balmis como el de una persona dedicada al servicio público en misión internacional, y no el de un simple aventurero. Balmis fue un médico militar reconocido, cualidad que fue tomada en cuenta para su nombramiento como director de la expedición. Así mismo, previo a la expedición, Balmis había prestado actividades asistenciales en hospitales coloniales en México. Basado en su experiencia, Balmis desarrolló una posición política que se manifestó en su apoyo a Fernando VII, el sucesor de Carlos IV. Como digno representante de la nueva corriente ilustrada, Balmis poseía una importante biblioteca sobre temas médicos y científicos.
Los ocho artículos de la tercera sección del libro profundizan el marco y perspectivas de la expedición. Se analiza el impacto en ultramar de la inoculación de la viruela (variolación), procedimiento temprano para la prevención de la viruela que abrió el camino para la aceptación de la nueva técnica de la vacunación (o inoculación del “cowpox”). Se analiza la expedición en el contexto de otras expediciones ilustradas que se llevaron a cabo durante el siglo 18. La expedición representó un esfuerzo sanitario práctico y no académico, llevada a cabo no para curar enfermedades, sino para prevenirlas. Se analiza en detalle el uso de niños como transportadores de la vacuna, y el papel de la mujer (específicamente de Isabel Zendal Gomez, Rectora de Casa de Expósitos de A Coruña) como componentes fundamentales en el éxito de la expedición. Así mismo, se discute las alabanzas que la expedición recibió de los poetas de su tiempo, especialmente del español Manuel José Quintana y del venezolano Andrés Bello; así como la muchas novelas que esta magnífica aventura ha inspirado. Finalmente, se analiza la imaginería usada para comunicar el importante descubrimiento de la vacuna.
El epílogo de la obra nos hace meditar sobre como las enseñanzas derivadas de la expedición de Balmis han informado la institucionalización de las vacunas como elemento clave en la salud pública; así como también las posibles respuestas a las nuevas epidemias y pandemias. El último artículo del libro, que tiene como coautor al autor de esta reseña, describe estudios recientes analizando la naturaleza molecular del virus de la vacuna contra la viruela y especula sobre cual pudo haber sido la vacuna que la expedición de Balmis trajo a la América Hispana.
En resumen, el libro ofrece una visión nueva y erudita de una expedición que ha sido considerada como la primera campaña global de salud pública.