Introducción: El Dr. José Temístocles Carvallo Hernández, fue un eminente cirujano e investigador venezolano, cuya actuación profesional se desarrolló en Ciudad de Méjico y en Caracas, durante las primeras cinco décadas del siglo XX. El Dr. Carvallo, originario de Isnotú; forma parte de un grupo de médicos trujillanos. Objetivo: Divulgar la labor profesional del Dr. Carvallo, resaltando su papel de biógrafo de su tío, José Gregorio Hernández. Método: Se realizó una revisión bibliográfica y documental relacionada con aspectos personales y profesionales del Dr. Carvallo. Desarrollo del texto: Se narran los hechos más relevantes de su vida, sus nexos familiares así como la descripción de los más importantes escritos de su vida, sobre todo aquellos relacionados con su tío. Conclusión: El Dr. Carvallo fue sobrino y discípulo fiel de su tío, de quien ha sido el biógrafo más importante.
Palabras clave: Temístocles Carvallo, Trujillo, Anatomía Patológica, Cirugía.
Introduction: Dr. José Temístocles Carvallo Hernández, was an eminent surgeon and medical researcher, born in Venezuela, whose performance was developed in Mexico City and Caracas, during the first five decades of the 20th century. Dr. Carvallo was born in Isnotú, forming part of a group of famous doctors from Trujillo State, Venezuela. Objective: Disseminate the professional work of Dr. Carvallo highlighting his role as biographer of his uncle Jose Gregorio Hernandez. Method: We performed a documentary review related to the personal and professional aspects of Dr. Carvallo. Development of the text: It was focused in the narrative of the most relevant facts of his life, as well as the description of his most important writings, mainly those related the life of his uncle, the Venerable Dr. Jose Gregorio Hernandez. Conclusion: Dr. Carvallo was a nephew and faithful disciple of his uncle, for whom he was the most important biographer.
Keys words Temístocles Carvallo, Trujillo, Pathological Anatomy, Surgery.
El Dr. José Temístocles Carvallo Hernández fue un importante y exitoso médico, investigador e historiador Trujillano, oriundo de Isnotú, actuando como médico en los hospitales de Ciudad de Méjico y Caracas, así como también como docente en la Universidad Central de Venezuela a principios del siglo XX. Referirse a su obra, es también internalizarse en la vida del Venerable José Gregorio Hernández, su tío materno, ya que el Dr. Temístocles Carvallo fue su biógrafo por excelencia.
Durante el desempeño de su profesión, el Dr. Carvallo Hernández, se destacó por su actuación profesional impecable y sus numerosas publicaciones las cuales tuvieron dos principales vertientes: la Patología y Cirugía gastrointestinal y la vida de su tío el Dr. José Gregorio Hernández. Era un fiel seguidor de la actitud científica de su tío y profesor, lo cual se podía constatar cuando se refería a la situación de la medicina en Venezuela: “Sin Bacteriología, base de la Etiología; sin Histología, fundamento de la Anatomía Patológica y sin Fisiología Experimental, soporte de la Terapéutica moderna, el are de curar no había logrado despojarse entre nosotros del sedimento de rutina empírica que aún conservaba como rasgo esencial de su carácter”. El objetivo de esta revisión documental, es la divulgación de la vida y logros profesionales de un médico venezolano ejemplar, quién además con sus escritos, proveyó una fuente fidedigna de los hechos y vivencias del Venerable Dr. José Gregorio Hernández, su tío materno.
El Dr. José Temístocles Carvallo Hernández, era hijo de Temístocles Carvallo Hidalgo y María Sofía Hernández Cisneros, hermana del Doctor José Gregorio Hernández. Nació en Isnotú, estado Trujillo, el 29 de noviembre de 1885 y falleció en Caracas en 1964. Sus hermanos fueron: Inocente, Margot, Julieta, René de las Mercedes y Blanca Carvallo Hernández. En 1898, cuando tenía, 13 años de edad, falleció su madre, Sofía Hernández Cisneros en Isnotú. José Temístocles y José Inocente, su hermano, fueron enviados a estudiar a Caracas, llegando a casa de su tío, el Dr. José Gregorio Hernández, con quien vivieron hasta graduarse de médicos [1].
Ambos hermanos realizaron sus estudios en el antiguo Colegio de San Vicente de Paúl de Caracas, regentado por don Miguel Villavicencio, donde se graduaron de bachilleres en 1902. La educación de Temístocles, fue esmerada, ya que hablaba tres idiomas: francés, alemán e inglés, cualidades, que le permitieron posteriormente, hacer estudios de especialización en Europa. Al igual que su tío, también fue orientado hacia una vida piadosa y era un ferviente practicante de la religión Católica Apostólica y Romana
Una vez graduados de bachilleres, José Temístocles, su hermano José Inocente y su tío José Benigno Escalona, quien también había sido recibido en la casa de José Gregorio, Hernández, estudian medicina en la Universidad Central de Venezuela. Los dos, sobrinos y el tío, recibieron tanto la orientación profesional como la constante ayuda y apoyo, no solo moral sino también económico, de José Gregorio Hernández. El 29 de junio de 1909, reciben el grado de Doctor en Ciencias Médicas. Ese día, se le confirió a Temístocles, el privilegio de pronunciar el discurso de orden. Su Tesis de grado intitulada: "Contribución al estudio de la sangre en la anquilostomiasis" y el discurso mencionado, fueron publicados en ejemplares de 40 y 16 páginas respectivamente en la Tipografía Americana de Caracas. Es de hacer notar que el tema de su tesis era muy importante en aquella época, ya que se trataba de una enfermedad endémica en nuestro país, causa de severa anemia, especialmente en la población rural (Figura 1).
En 1904, durante sus estudios médicos, Temístocles, fue nombrado por la Junta de Hospitales Civiles del Distrito Federal, primer Externo del Hospital Vargas, después de haber ganado el concurso con 52 puntos y luego el primer Interno del mismo Hospital en 1906. Temístocles Carvallo se casó con la Srta. Elvira López de Ceballos Machado, con la cual procreó tres hijos: Elvira, Gastón y Roberto Carvallo López de Ceballos, de cuya vida personal poco se ha escrito.
A los 78 años de edad, ya estaba retirado en su casa descrita por el Dr. Vizcarrondo como austera, decorada con sencillez y buen gusto, con un amplio espacio destinado a la biblioteca lo cual hablaba muy en alto del espíritu que animaba a sus habitantes. Su vida apacible, se vio alterada por el encarcelamiento de su hijo Gastón Carvallo López de Ceballos, militante comunista. El Dr. Temístocles valientemente le escribió al Ministro de Justicia Miguel Ángel Landáez (1962-63) del gobierno de Rómulo Betancourt, acerca de los métodos crueles e inhumanos que se les daba a los presos políticos. En esta carta expresa que no comulgaba con las ideas de su hijo ni con los “extremismos” “el cual sería derrotado en el país”. No compartía la manera de combatir el comunismo con “métodos de violencia inhumana. Que nos iguala a las bestias”. Traemos a colación que fueron los años entre 1960 a 1967, de insurgencia guerrillera de izquierda, muy intensa y que contó con un numeroso grupo de estudiantes que participaban en hechos políticos contra el gobierno democrático de Betancourt.
El joven Gastón Carvallo López de Ceballos, había participado en el levantamiento cívico–militar o insurrección de Puerto Cabello, llamado el Porteñazo, el 2 de junio de 1962. Los rebeldes del movimiento de izquierda hicieron preso al Comandante de la base Naval Agustín Armario, ContraAlmirante Jesús Carbonell Izquierdo, así como a otros oficiales y liberaron los presos políticos que eran los guerrilleros que estaban en el Castillo Libertador. La reacción gubernamental fue inmediata y fuerte. El Presidente Rómulo Betancourt dio la orden “juicio rápido y pena máxima”. Una vez reprimida la insurrección, los militares y civiles, fueron enjuiciados, en el Destacamento 55 de las Fuerzas Armadas de Cooperación entre ellos 57 rebeldes tales como Gastón Carvallo, Dr. Germán Lairet, Dr. Manuel Quijada, Oscar Carreño, Julio Domingo Blanco, Oscar E Sánchez, Servando Garcés y Boris Domínguez, quienes fueron condenados a 16 años, 8 meses de presidio. Seguidamente fueron trasladados a la Isla del Burro o Isla de Tacarigua, en el Lago de Valencia del Estado Carabobo, siendo objeto de maltratos y torturas. Los detenidos hicieron pública una carta donde denunciaban las condiciones inhumanas de la prisión, pues el gobierno había construido un sistema cerrado de alambradas y garitas, cercas eléctricas y una custodia de Guardias Nacionales y de la Digepol en la prisión. El 26 de diciembre de 1963, se llevó a cabo una sensacional fuga de los presos tanto militares como civiles. Salieron disfrazados con cédulas falsas mezclándose con los familiares que los visitaban en ese momento. En la fuga participaron: el capitán de Fragata Pedro Medina Silva, el mayor Manuel Azuaje Montiel, Germán Lairet y Gastón Carvallo. Gastón Carvallo se casó en 1975 con la escritora Ana Teresa Torres. Después de una larga militancia política de izquierda, se dedicó a la investigación histórica y social en el Centro de Estudios para el Desarrollo de la Universidad Central de Venezuela [2].
Recién graduado, el Dr. Temístocles Carvallo escoge la especialidad de cirugía. Es becado por el gobierno nacional para estudiar en Berlín, Alemania donde se especializó en Cirugía y Ginecología bajo la dirección del Dr. August Karl Gustav Bier, pionero de la anestesia espinal (Figura 2).
Según algunos autores después de haber estudiado hematología y parasitología en Berlín, Temístocles, decidió establecerse en la Ciudad de Méjico. Según algunos autores, el Dr. Carvallo, se exiló voluntariamente a Méjico, donde ejerció su profesión de médico durante seis años. En ese país, revalidó y trabajó con los Dres. Julián Villareal, Carlos Zavala y Jesús Alemán Pérez en los Hospitales Central y Juárez en la ciudad de Méjico. Hacemos la acotación que en esa época, Venezuela, con la clausura de la Universidad en 1912, presentó un período de deterioro de los estudios universitarios de las clínicas médicas y quirúrgicas en el Hospital Vargas y pensó que quizás no era un momento adecuado para regresar al país. Según algunos autores, el Dr. Carvallo en Méjico, fue objeto de agresión por parte de José Doroteo Arango Aránbulo alias Pancho Villa. Pancho Villa quien era para esa época, gobernador del Estado entre 1913 y 1915. Confiscó las tierras de los latifundistas entre otras de sus decisiones arbitrarias, de tal manera que el ambiente político de ese país era un tanto inestable.
En 1917, el Dr. José Gregorio Hernández, después de visitar a Nueva York donde pernoctó hasta el 11 de diciembre, decidió viajar a Ciudad de Méjico para visitar a su sobrino. Después de pasar la Navidad con él, lo convence para que regrese a Venezuela, su país, ya que el ambiente político de Méjico no era favorable, en tanto que las condiciones en Caracas habían mejorado. La Universidad Central de Venezuela había reabierto sus puertas dos años antes y en el Hospital Vargas se habían reorganizado y renovado los equipos médicos. En 1915, cuando la Universidad Central de Venezuela reabre, los estudios se reorganizan, inaugurando nuevos pabellones de medicina y cirugía en el Hospital Vargas. Se instalan, el sistema de esterilización moderna y los Rayos X, ya que desde el mes de julio de 1913, Caracas disponía de alumbrado público
En 1918, el Dr. Carvallo regresa a Caracas justamente cuando se desató la pandemia de la gripe española. Su carrera como profesor universitario se inicia en 1924, como Profesor de Patología Externa y de Medicina Operatoria, en sustitución del Dr. Elías Toro quien la ejerció de 1918 a 1924. A partir de esa época, el Dr. Luis Razetti, en el Hospital Vargas, en el servicio del área quirúrgica, disponía de dos eminentes colaboradores: Temístocles Carvallo Hernández y Henrique Toledo Trujillo. Como docente, el Dr. Carvallo, se desempeñó como Profesor de Patología Quirúrgica de la Facultad de Medicina de la Universidad Central de Venezuela, posteriormente ocuparía la Jefatura de Clínica Quirúrgica del Hospital Vargas de Caracas en la Cátedra del Dr. Razetti y luego la Jefatura del Servicio de Cirugía N° 1 del Hospital Vargas (1925-1928).
El Dr. Carvallo gozó de la confianza y amistad del Dr. Luís Razetti, de tal manera que, cuando el Dr. Razetti fue injustamente expulsado de Venezuela por denunciar la incapacidad de las autoridades ante la alta mortalidad infantil, en 1924, el Dr. Razetti, nombra a los hermanos. Temístocles e Inocente Carvallo y al Dr. Toledo Trujillo, al frente de su clínica privada, la primera de Venezuela, fundada en 1911.
En 1929, Temístocles Carvallo fue nombrado Jefe de la Comisión de Higiene la cual fue enviada a la ciudad de Cumaná con motivo de los desastres que sufriera esta ciudad tras el terremoto, donde desempeñó una labor desinteresada en favor de la población doliente. Según los medios de comunicación, casas desplomadas, numerosos heridos y más de un centenar de personas fallecidas, fue el resultado de un terremoto de magnitud 7.0 ocurrido en 17 de enero de 1929, el cual destruyó la Ciudad de Cumaná (Fig 3)
En 1924, el Dr. Carvallo Hernández, fungió como cirujano y fundador del Servicio de Ginecología del Instituto Benéfico “Simón Rodríguez”, el cual estaba ubicado en una casa situada entre las esquinas de Pelota a PunceresN° 26 hasta marzo de 1926, cuando la Asociación Protectora de dicho Instituto Benéfico Simón Rodríguez, le hizo entrega deun edificio ubicado en la esquina de la intersección de la Avenida Simón Rodríguez y la calle Este, en la parroquia de la Candelaria. En este Instituto, se les otorgaba a los niños entre 0 y 2 años de edad y a las mujeres embarazadas de bajos recursos económicos, alimentación y servicios médico-quirúrgicos gratuitos. La población de Venezuela en aquel entonces, estaba devastada no solo por la pobreza sino también por enfermedades endémicas, como el paludismo, Chagas, Tuberculosis entre otras dolencias infecto-contagiosas producto de la insalubridad. Los largos años de la guerra de Independencia y luego las luchas caudillistas de la guerra Federal en 1858 que asolaban al país, habían mermado la vida del venezolano en general, de tal manera que la labor de los médicos en esa Institución, constituyó una importante obra de misericordia para la sociedad. El Dr. Temístocles en su papel de fundador de dicha institución, publica en el diario “La Esfera”, sus opiniones acerca de la funciones de dicha institución. Este Instituto funcionó activamente durante doce años, hasta que en 1936 se convirtió en una institución pública, cuando se entregó a la Junta de Beneficencia del Distrito Federal [3,4].
En 1938, la Junta de Beneficencia del Distrito Federal elaboró un proyecto de hospital que llevaría el nombre del sabio e ilustre médico “Dr. José Gregorio Hernández”, considerado como el más brillante pedagogo de los profesores, que haya brillado en la Escuela de Medicina de Caracas. Este hospital ubicado en el sureste de Caracas, en las alturas de la antigua hacienda Cotiza, parroquia de San José, albergaría enfermos crónicos, inválidos y mendigos, ancianos e incurables así como los tuberculosos que no cabían en el Sanatorio Rísquez. El 26 de abril de 1941, con la asistencia del general Eleazar López Contreras en ese entonces encargado de la Presidencia de la República, los Ministros de Sanidad y Fomento así como del Gobernador del Distrito Federal y los integrantes del Consejo Municipal, se inauguraron los servicios administrativos y un pabellón de 240 camas en este hospital. Rápidamente, se levantó una sección de lactantes, y luego otra para casos quirúrgicos o curables. El Dr. Temístocles Carvallo ocupó la Dirección de dicho hospital que llevaba el nombre de su tío, durante varios años [5].
En 1928, el Dr. Temístocles Carvallo fue elegido Individuo de Número Sillón XV de la Academia Nacional de Medicina en reemplazo del Dr. Juan de Dios Villegas, otro ilustre trujillano amigo acervo de su tío José Gregorio Hernández. Su trabajo de incorporación se intituló: ”Laendoaneurismorrafía”, cuyo juicio Crítico fue hecho por el Dr. Salvador Córdoba. Este trabajo constituyó una extensa monografía sobre la cirugía vascular, elcual por su alta calidad, podría aún en nuestros días, ser un tema para los estudiantes de medicina. En una primera parte, el autor hace un recuento de la cirugía arterial desde tiempos remotos realizada por los cirujanos griegos, de la Escuela de Alejandría y por los romanos. El tema histórico fue desarrollado en forma minuciosa, hasta el siglo XX. En la segunda parte, el Dr. Carvallo se refiere a los aneurismas arteriales, se extiende en el concepto de aneurisma y su clasificación en verdaderos o falsos, describiendo sus características Anatomopatológicas en forma magistral en varios capítulos: 1- La estructura anatomopatológica de la pared aneurismática en forma minuciosa, mencionando las alteraciones de todas las capas arteriales; 2- Los aneurismas espontáneos o idiopáticos como resultado de procesos degenerativos; 3- Los aneurismas de Eppinger o por erosión formados en la vecindad de cavidades sépticas; 4- Los aneurismas cirsoideos. Lo importante de esta monografía es que describe el cuadro clínico de cada uno de los tipos de aneurismas y sus características en las autopsias, con fines de contribuir a su diagnóstico preciso. Finaliza su extenso trabajo con la terapéutica quirúrgica, abarcando: 1- La endoaneurismorrafia reconstructora con una metodología precisa; 2- La operación de Matas como más beneficiosa que las operaciones mutilantes, mencionando trabajos extranjeros que la han practicado exitosamente. En Venezuela, el Dr. Carvallo, recuerda que la endoaneurismorrafia era una operación desconocida hasta mayo de 1927, en que fue practicada por primera vez por el Dr. Toledo Trujillo en el Servicio de Clínica Quirúrgica del Hospital Vargas siendo el su asistente en esa esta operación, en un paciente con aneurisma de la arteria femoral en su tercio inferior. El Dr. Carvallo finaliza recordando que esta operación se repitió en varias oportunidades por los Dres. Toledo Trujillo, Luis Razetti, Delfín Mendoza, Miguel Pérez Carreño, Félix Lairet y el mismo. Concluye que esta operación ha abierto en Venezuela una amplia y luminosa vía que la consagraba en nuestro medio como el método de elección en el tratamiento quirúrgico de los aneurismas [6].
El 6 de octubre de 1932, se llevó a cabo en la Academia Nacional de Medicinala Recepción Académica del Dr. Carvallo Hernández donde el Dr. Jesús María Romero Sierra, le daría el discurso de Bienvenida. El Dr. Carvallo, se destacó como individuo de Número, cuando llegó a ocupar cargos en la Junta Directiva como Subsecretario de 1942-1944 y Segundo Vicepresidente durante el bienio, 1944-1946. Igualmente ocupó interinamente la presidencia de la Academia, en sustitución del Dr. Santos Aníbal Dominici.
También el Dr. Carvallo, fue Individuo de Número, Sillón XIX, de la Sociedad Venezolana de la Historia de Medicina. Su aporte bibliográfico histórico fue importante, sobretodo referente a la biografía de su tío José Gregorio Hernández. Figura entre los miembros reorganizadores de la Revista Venezolana de Historia de la Medicina, quienes se reunieron en una sesión histórica el 16 de junio de 1952. A partir de 1928, se dedicó a la investigación y su producción fue numerosa. En 1936, viaja a Paris, para realizar un Diplomado de Perfeccionamiento en Técnica Quirúrgica en la Facultad de Medicina de Paris. Luego, se dedicó a una vida tranquila, retirado del ajetreo profesional de 50 años. El Dr. Temístocles Carvallo mantenía una actitud activa y productiva. Entre 1952 y 1957, escribió unas importantes obras sobre su tío considerando su obra científica y social y más tarde su obra “revolucionaria”.
La formación religiosa católica del Dr. Carvallo fue completa e intensa como era en la mayoría de los miembros de la familia Hernández y Carvallo, de tal manera que su conocimiento de la doctrina católica, le permitió comprender y luego opinar sobre aspectos importantes de la vida espiritual del Dr. José Gregorio Hernández, conquientuvo una estrecha relación personal. Recordemos que Temístocles y su hermano viajaron a Caracas para estudiar bachillerato por instancias de su tío, quien los alojó en su casa hasta su graduación de médico en la UCV. Respecto a esta circunstancia, Marcel Carvallo escribió: “de modo que aquella relación de consanguinidad, pasa a ser una de afectividad, por la estrecha relación personal que se estableció entre tío y sobrinos cuando éstos transitaban el camino crucial, que va de la niñez a la pubertad y de ésta a la edad adulta”. Como se ha demostrado, el buen ejemplo es la mejor manera de predicar una buena conducta. Por estas razones, el Dr. Ernesto Vizcarrondo lo consideró como: “el biógrafo por excelencia del Dr. José Gregorio Hernández” [7].
Temístocles una vez graduado, dedicó su sabiduría y su extraordinario talento, a exaltar la figura excelsa del Doctor José Gregorio Hernández, pionero de la ciencia médica venezolana y apóstol de la filantropía. De él se expresaba: “como la de un santo perdurará, su figura en el alma sensitiva de este pueblo de Caracas”. “Evitó hábilmente el escollo donde naufragan con frecuencia los hombres de Laboratorio, al pretender encerrar en simples fórmulas algebraicas o apotegmas técnicos las más complejas cuestiones terapéuticas; y hombre de acción, fue la Clínica el campo de sus aficiones, pues bien podría aplicar a la cabecera del enfermo un cúmulo de conocimientos atesorados en largas horas de vigilia intelectual y satisfacer a la vez sus tendencias de filántropo y sus inclinación de apóstol. Cuáles fueron sus éxitos profesionales y cómo era de sagaz en el arte tan difícil del diagnóstico, lo atestiguan la legión incontable de sus clientes agradecidos y el respeto con que su opinión era oída por los colegas de la época, que admiraban la diafanidad de su criterio y sus inagotables recursos de práctico.” No se imaginaba el Dr. Carvallo que la devoción de su tío, se extendería por todo el país y fuera de sus fronteras [8].
Sobre sus obras, trabajos y actuación en el campo de la medicina, escribió numerosos artículos y libros, entre ellos “La obra científica y social de José Gregorio Hernández en Venezuela” redactada en 1950 y 1951 en X capítulos, “la cual constituye una sinopsis de su aporte al conocimiento, enseñanza y divulgación de las ciencias médicas en Venezuela, como de la obra social desarrollada por él desde la cátedra, en los hospitales o a la cabecera del enfermo”, dice Marcel Carvallo [9].
En su artículo “La obra científica revolucionaria de José Gregorio Hernández”, Temístocles Carvallo, se basa en hechos históricos incontrovertibles y en documentos auténticos, confirmando la enorme influencia del Dr. José Gregorio Hernández tuvo, llamándolo cómo el Pasteur venezolano, en la Medicina Nacional [10], (Fig 4).
Según el Dr. Temístocles Carvallo, el Dr. Hernández fue un fiel vigilante de la pureza de los trabajos científicos de algunos de sus colegas como lo testifica su sobrino. Temístocles escribió que hacía notar los errores con la máxima caridad cristiana: “que cuando el Dr. Hernández discrepó del Dr. Ignacio Oropeza respecto al hallazgo de un supuesto hematozoario del paludismo del caballo señalado por éste, cuya divulgación hubiera tenido resonancia en el mundo de la ciencia, lo hizo con la mayor discreción, persuadiendo con razonamientos y demostraciones científicas al interesado, pero guardando el mayor silencio sobre el hecho, para no herir siquiera con la más ligera sugerencia la natural susceptibilidad de un colega o dañar la reputación de un médico distinguido , como lo era el Dr. Oropeza.” En 1920, pronunció un Discurso en el paraninfo de la Academia Nacional de Medicina con motivo del homenaje nacional al Dr. José Gregorio Hernández [11].
El Dr. Temístocles Carvallo escribió otros trabajos tales como: 1-Estudios de Bacteriología, Histología y Fisiología Experimental en la UCV; 2- El fundador de la Medicina Experimental en Venezuela”; 3- Un ilustre precursor de la sanidad y asistencia social en Venezuela; 4- El olvidado descubrimiento de un sabio venezolano;5- sesenta años atrás; 6- Un gran médico en la provincia venezolana; 7- La obra caritativa y social de José Gregorio Hernández;8- José Gregorio Hernández, fundador de la Medicina Experimental en Venezuela [12-18].
En 1945, escribe un trabajo de 50 páginas sobre el aspecto científico del Dr. José Gregorio Hernández intitulado: “José Gregorio Hernández, gran figura de la ciencia venezolana” (Caracas, Tipografía Americana) y el mismo año publica el trabajo sobre: “Ciencia y patriotismo y Tópicos históricos-científicos”, JG Hernández y R Rangel. El Dr. Carvallo Hernández es el autor del Prólogo de la segunda edición ”Elementos de Bacteriología” escrita por del Dr. José Gregorio Hernández” en 1922. En ese prólogo opinaba: ”Esta obra es un prodigio de claridad y concisión, obra eminentemente didáctica, que convierte en amenas y simples las técnicas más embarazosas de esta ciencia.”
Por medio de los escritos del Dr. Temístocles Carvallo, se deslumbra la situación de la docencia en medicina, en aquella época: ” La docencia teórica y clínica venía laborando penosamente, desde hacía tiempo, en una atmósfera de anacronismo y lacería que ya se había tornado insoportable; y fue para corregir tan deplorables deficiencias que más tarde fuera de su obra reformadora y docente en la Universidad, asoció el laboratorio a la clínica en el examen de sus enfermos y realizó los primeros diagnósticos científicos en Venezuela.”
El Dr. Carvallo también dejó constancia de la relación estrecha que existía entre el Dr. José Gregorio Hernández y su discípulo, Rafael Rangel. Estas lecturas aclaran los malos entendidos que han querido dañar la imagen del Dr. Hernández valiéndose de conjeturas poco favorables. El Dr. Carvallo cita así a Rangel: ”Durante años, fue Rafael Rangel, el preparador de los trabajos prácticos en las cátedras de Histología, Bacteriología y Fisiología Experimental, donde, bajo la dirección personal de José Gregorio Hernández, se adiestró para la experimentación y adquirió aquella competencia que lo llevó más tarde a fundar los Estudios de Parasitología Nacional. Rangel consultaba con su maestro, el Dr. Hernández y se ejercitaba y seguía con humildad de sabio, las directivas de aquel en las técnicas modernas que a él le dieron fama y lustre y renombre a la patria.” El consideraba que su tío había formado una verdadera escuela de investigadores y expresaba que: “La escuela que formó, donde se oía no como un oráculo, la última palabra de la ciencia y cuyos renuevos se encuentran, hoy dispersos por toda la República y aún en el exterior…” [19,20].
El Dr. Temístocles Carvallo, Hernández, escribió sobre su tío: “De simpático y distinguido talante, sabía acercarse al lecho del paciente , y en postura casi humilde, de ordinario con los brazos cruzados sobre su pecho, escuchaba la historia, escudriñando con mirada viva y penetrante cuanto merecía tenerse en cuenta”. Bajo su dirección se realizó un óleo del Dr. Hernández muy conocido pintado por el Sr. G Locatelli. Como escribió Marcel Carvallo: En este óleo y en otros dos pintados por el mismo pintor, se repiten las características de la figura del gran señor que ha logrado el pleno desarrollo de sus facultades intelectuales y de sus virtudes morales. …. Se ve el desarrollo de un hombre que ha ido creciendo, no solo en edad y físicamente, sino también en sabiduría y en el gobierno de sí mismo. Estas sí son las imágenes de un hombre al cual se podía creer, a quien se podría querer y a quien se podría seguir” (Figura 5).
A partir de 1933, su producción científica es prolífica. Escribe artículos sobre: El tratamiento de las úlceras del estómago (1933); las úlceras gástricas y duodenales (1933); la técnica e indicaciones de la cesárea abdominal (1934); la anestesia del Avipán (1934) Este último compuesto era salsódica de un compuesto del ácido barbitúrico, de la casa Bayer, empleado por primera vez en Venezuela por los Dres. A. J. Castillo, P. Blanco Gásperi y L Rodríguez Santana en 1934, usado en operaciones de naturaleza diferentes: tales como la laringología, ginecología, obstetricia y cirugía general; Ulceras de estómago perforada (1934); Accidentes y peligros del raspado uterino (1934); Choque obstétrico (1934); Invaginación intestinal. Reflexiones clínicas y recursos de técnica (1934); Comentarios a la "Contribución del Servicio de Cirugía N° 2 del Hospital Vargas a la Cirugía Nacional" (1935); Invaginación intestinal en un niño de cuatro meses tratado quirúrgicamente con resultado positivo (1935); Anotaciones sobre la apendicitis (1935); Aplicaciones del tubaje duodenal en Cirugía (1935); Tratamiento de las afecciones de las vías biliares (1935) Anotaciones críticas al estudio “Obstrucción intestinal por áscaris lumbricoides del Dr. JR Hernández D’Empaire (1935); A propósito de las aplicaciones de gas carbónico en cirugía (1935); Algunas observaciones sobre quimioterapia de la sífilis (1935); Nuevo rumbo de la asepsia en cirugía contemporánea (1935); Conceptos sobre la fiebre amarilla e inmigración (1936); Las pancreatitis agudas (1943); Al margen de una revista (enfermedad de Basedow); Las grandes hemorragias gastro-intestinales (1947); La sero-reacción de Widal en Venezuela (1947). En total 73 artículos de prensa y publicaciones científicas. Todos estos datos están consignados en el trabajo del Dr. Ernesto Vizcarrondo sobre el Dr. Temístocles Carvallo el cual contiene su curriculum vitae [21].Es de mencionar algunos episodios donde el Dr. Temístocles Carvallo tuvo una importante participación. En relación a la conmemoración del cincuentenario de la Fundación del Laboratorio de Bacteriología e Histología del Hospital Vargas, por Rafael Rangel, suceso de gran trascendencia por cuanto equivalía a la iniciación de la Parasitología en Venezuela, se presentó una polémica entre los Dres. Ricardo Archila y Temístocles Carvallo, la cual fue publicada por el diario el Nacional. En 1953, el Dr. Carvallo conjuntamente con el Dr. Jesús María Romero Sierra formó parte de la Comisión para llegar a un acuerdo sobre el Proyecto del Liceo de Ciencias Políticas y el Proyecto de Asociación General de Estudiantes de Venezuela presentado por el Br. Jesús Rafael Rísquez a la Sociedad Vargas, de tal manera que estos médicos contribuyeron al establecimiento de esta institución estudiantil la cual se convertiría con el devenir del tiempo en la Federación de Estudiantes de Venezuela.
Después de una vida productiva y recta en todo sentido, el Dr. Temístocles Carvallo falleció en 1965, después de una penosa enfermedad. Concluimos que este gran médico, le hizo honor a su virtuoso tío Jose Gregorio Hernández, aclamado Venerable por la Iglesia Católica y Apostólica. Temístocles Carvallo respondió más que ampliamente a la ayuda recibida por tu tío, durante su adolescencia y juventud y cubrió todas las expectativas de sus mentores.